• El archivo personal del músico checo es parte de este lugar del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, que promueve el derecho cultural a la memoria y a la identidad.
• Después de un proceso de análisis y clasificación, este material se convertirá en un aporte fundamental a la investigación de la historia musical colombiana.
Hace 62 años un violinista de la antigua Checoslovaquia llegó a Medellín, una ciudad de la que nunca antes había oído hablar, pero que tenía el ambiente propicio para continuar con su carrera musical.
Joseph Pithart vivió más de medio siglo en la ciudad y fue el último representante de una generación de artistas europeos que llegaron para enriquecer la música local en los años cincuenta.
Fue docente y pasó por varias orquestas, hizo parte de la última versión del cuarteto Medellín fundado por Alberto Marín y fue fundador de la Orquesta de Cámara de la Sociedad Filarmónica de Medellín. Hasta 2004 fue violinista de la Orquesta Filarmónica.
Y, después de su muerte, su familia entregó su archivo a EAFIT, un material que se compone de libros, música, revistas, partituras, así como cartas, nombramientos, documentos legales y fotografías. Este reposa, desde hace poco, en la Sala de Patrimonio Documental del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
“Antes nos habían llegado documentos que traía en la maleta con la que arribó a Colombia, así como recortes de prensa y algunos programas de mano. Por eso, se trata de unir documentación y completar el fondo”, explica María Isabel Duarte Gandica, coordinadora de la Sala de Patrimonio Documental y añade que la idea es complementar esta información con otros registros del músico pertenecientes a la Universidad desde hace algún tiempo.
El proceso que realiza la Institución va más allá de la conservación y trasciende a la difusión, que no solo se hace a través de la apertura de la documentación al público investigador, sino que pretende involucrar a un sector más amplio de la ciudad.
De hecho, se han publicado varios trabajos de música de cámara en CD de algunos de los dueños de los archivos, muchos de estos son parte de obras inéditas.
Legado musical
Pithart fue invitado a Colombia por Joseph Matza, otro músico checo, quien lo recomendó como profesor y refuerzo de violín para la Orquesta Sinfónica de Antioquia. Los dos se convertirían en grandes amigos y Pithart en uno de los principales preservadores de la obra de Matza, tras su muerte en los años setenta.
Leer sus partituras y parte de la correspondencia que tenía con otros colegas, conocer detalles de sus viajes mediante fotografías o documentos legales y sus influencias musicales, gracias a las revistas o libros que leía, es una pasión para historiadores y músicos, pero también una necesidad para comprender la evolución musical antioqueña.
Por eso, la Universidad se ha dado a la tarea de reunir un archivo musical que, con el de Phithart, completa 34 fondos pertenecientes a músicos o musicólogos influyentes en la historia de la ciudad.
“Pretendemos preservar, pero también promover la investigación, crear nuevas líneas, análisis necesarios para la historia de la música colombiana”, agrega María Isabel.
Un apoyo esencial en este proceso ha sido el grupo de investigación en Estudios Musicales. “Son personajes que han enriquecido de manera fundamental nuestra historia musical: el intercambio con los músicos locales fue determinante para la forma de hacer música en Medellín, pero también en la manera en que ellos mismos continuaron sus carreras”, explica Sebastián Mejía, integrante del grupo.
Y agrega que se trata de una información tan valiosa, que empieza por ser una obra musical específica, continúa con una serie de infidencias personales y termina como una pieza fundamental para comprender el devenir histórico de las artes en Medellín.
Otros archivos documentales que reposan en la Sala de Patrimonio Documental son los de Roberto Pineda Duque, Luis Miguel de Zulategui, Juan Fernando Molina y Gustavo Yepes Londoño.