• Juan Felipe Gaviria Gutiérrez fue galardonado, el lunes 8 de octubre, por la Orquesta Sinfónica, el Departamento de Música y el Fondo Editorial, unidades de las que él fue gestor.
• El evento hizo parte de la celebración de los 15 años del Fondo Editorial, donde se le reconoció como alguien que propició la apertura de la Institución a las humanidades y a las artes.
Primero sonaron las marimbas y los instrumentos de percusión. Después fueron los violoncelos y las tonadas de la flauta del docente León Giraldo Flórez. Los sonidos de un cuarteto de cuerdas dieron paso a los del ensamble de jazz y, por último, la Orquesta Sinfónica EAFIT completó la programación con la que la Universidad le expresó su gratitud a Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, en el lenguaje que él más disfruta: la música.
El Auditorio Fundadores fue el lugar donde los eafitenses y los amigos de la Institución se reunieron para homenajear a este exrector que ejerció su labor en la Institución por ocho años y que, en palabras del rector Juan Luis Mejía Arango, no solo contribuyó con el crecimiento de la Universidad, sino con la preservación de su memoria.
“Esta noche le decimos gracias, mostrándole los frutos que usted ayudó a conseguir”, expresó el directivo durante el evento, organizado por el Fondo Editorial Universidad EAFIT como parte de la celebración de sus 15 años, el Departamento de Música y la Orquesta Sinfónica.
El recorrido de Juan Felipe inició en enero de 1996 y, desde ese mismo año, comenzó a trabajar en nuevas propuestas académicas y administrativas que permitieron el nacimiento de los pregrados en Derecho, Ingeniería Matemática, Ingeniería Física, Comunicación Social y Ciencias Políticas.
También se ocupó de la creación de la maestría en Ciencias de la Administración, los primeros avances para la consolidación de un doctorado en esta área, el fortalecimiento de la investigación, la entrega de becas para estudiantes de bajos recursos económicos y el impulso a los procesos de autoevaluación para los programas.
Sin embargo, este ingeniero civil de la Universidad Nacional tiene una recordación mayor, debido a su aporte al campo de las humanidades y la cultura, pues gracias a su gestión el Departamento de Música, la Orquesta Sinfónica y el Fondo Editorial dieron sus primeros pasos.
“Juan Felipe le dio un nuevo concepto a esta Universidad y facilitó su apertura hacia las artes, cambiándonos la vida a los integrantes de la comunidad, al sector de El Poblado y a la ciudad. Fue una gran apuesta para una Institución que lo requería”, comenta Ángela Echeverri Restrepo, directora de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario, y quien tuvo la oportunidad de trabajar junto a él.
Por ese motivo, el Departamento de Música con sus diferentes ensambles, la Orquesta Sinfónica EAFIT y el Fondo Editorial decidieron unirse para homenajear los esfuerzos, la constancia, y la dedicación de este exdirectivo.
Una nueva dimensión a la Universidad
El mismo exrector también conserva algunos recuerdos especiales de la época, comprendida entre 1996 y 2003. “De EAFIT nunca se escuchaba una sola queja sobre la calidad profesional de sus egresados, sin embargo, se recalcaba en que era necesario que manifestaciones como la música, la literatura y las artes permearan el entorno universitario, para que sus estudiantes vieran los problemas de la sociedad con una visión más humanística”.
Eso lo llevó a emprender, en primer lugar, la creación de una editorial universitaria con el objetivo de darle una mayor visibilidad a la producción académica de los estudiantes y profesores, e igualmente a los jóvenes autores.
“Casi 400 títulos publicados, el reconocimiento por parte de sus pares en otras universidades, la recuperación de textos y memorias literarias invaluables, y otra serie de proyectos maravillosos le han dado vida propia a este Fondo, que nunca va a desaparecer”, afirma.
Después se creó el Departamento de Música y la Orquesta Sinfónica. Sobre esto, María Eugenia Hoyos de Hernández, jefa de Admisiones y Registro, recuerda la sesión del Consejo Académico donde fue aprobado el pregrado.
“Hubo mucho felicidad entre todos los que estábamos presentes porque inmediatamente supimos que le había dado otra dimensión a la Universidad y que la cultura comenzaría a hacer parte fundamental de todos los procesos de formación”, expresa.
Y no se equivocó, pues las unidades que ayudó a fundar y constituir se encuentran en constante crecimiento. “En el caso específico del Fondo Editorial, más que celebrar un aniversario, es festejar su perseverancia y el trabajo que seguirá a partir de ahora”, expresa el homenajeado.
Leticia Bernal Villegas, Imelda Ramírez González, Hilda Olaya Posada, Cecilia Espinosa Arango y Andrés Posada Saldarriaga son algunos de los nombres que recuerda con cariño y afecto, y sobre los que relegó la responsabilidad de continuar con su legado.
En la actualidad, Juan Felipe afirma sentirse muy orgulloso de ver como sus “muchachitos”, como él mismo los nombra, se volvieron adultos con capacidad de vivir solos, y con la fortaleza para ser vistos con respeto y agradecimiento por la comunidad académica y la sociedad de Medellín.