• Las políticas y las prácticas para un buen gobierno cuentan con el respaldo y compromiso de los distintos órganos colegiados y directivos de la Universidad, entre los que están los consejos Superior y Directivo, y la Rectoría.
• Procesos de autoevaluación permanentes, acciones de mejoramiento y decisiones tomadas a la luz de estos principios hacen parte de la gestión que realizarán estos estamentos.
Ya existe el documento. Hubo tiempo para construirlo, debatirlo y someterlo a aprobación. También se ha socializado con la comunidad eafitense y se guardó en la memoria de aquellas declaraciones importantes para la vida y accionar de EAFIT en los próximos años. Ahora es el momento de velar porque lo que allí está escrito se cumpla.
Se trata de la Declaración de Principios de Gobernabilidad y Administración que, desde hace algunos días, a través de la intranet Entrenos y otros espacios, se ha difundido entre los integrantes de la Institución.
El propósito de este documento es garantizar el pleno ejercicio de la transparencia en la gobernabilidad y administración de la Universidad, para lo que aspectos como la autoevaluación y la calidad, el bienestar universitario, la participación estudiantil, el cuidado del medio ambiente, la información, la comunicación y la anticorrupción son fundamentales.
Y, como lo expresa el documento, estos principios no pretenden eliminar ni sustituir ninguna de las normas que rigen el funcionamiento de la Institución, sino, por el contrario, complementarlas y actualizarlas de cara a las nuevas dinámicas que el entorno ofrece.
“La Universidad viene creciendo a un ritmo muy grande, y quisimos actualizar los estatutos de acuerdo con lo que es hoy en día, al tener como referencia las orientaciones de los fundadores de EAFIT”, indica Juan Rafael Cárdenas Gutiérrez, fundador y miembro del Consejo Superior.
Autoevaluar la gestión
Pero, más allá de hacer una declaración, de lo que se trata es de velar porque estas políticas y prácticas se cumplan, desde el mismo momento en el que se toman decisiones, hasta todo el manejo de situaciones que puedan afectar el devenir de EAFIT.
Esta gestión compete a los distintos órganos colegiados y directivos de la Universidad entre los que están los consejos Superior y Directivo, y la Rectoría, no solo para orientar todas las actuaciones hacia la realización de los propósitos institucionales que se enuncian en la Misión, Visión, Valores y Principios, sino para asumir posiciones sustentadas en estos.
Sin embargo, según el texto de la declaración, en caso de presentarse conflictos de intereses, entre algunos de los miembros de estos estamentos y la Institución, serán resueltos a favor de la Universidad.
Los mecanismos que usarán estas instancias institucionales para evaluar la eficacia de su gestión, será a través de procesos periódicos de autoevaluación. “Esto es algo muy importante porque es hacer un seguimiento a todas las actividades que realizamos, a la vez que se hace control, tanto desde el punto de vista de recursos económicos, como de recursos académicos”, explica el fundador Juan Rafael Cárdenas.
Para esta autoevaluación, el Consejo Superior realizará cada año una sesión de seguimiento a su desempeño como organismo rector de la Universidad, con la participación de todos sus miembros activos.
De esta se levantará un acta con la formulación de acciones de mejoramiento.
En cuanto al componente académico, los integrantes del Consejo Académico, de los consejos de Escuela, el Rector y los decanos velarán por la excelencia académica de los procesos de formación, investigación e interacción con la comunidad.
Así, estos organismos y otros como el Vicerrector, el Secretario General, los directores y las oficinas estipuladas en los Estatutos, asumirán, desde su accionar diario, un compromiso con el buen gobierno.