• Desde el 8 de octubre, el jefe de este nuevo programa se ha encargado de darle forma a su reto de dar inicio, en el primer semestre de 2013, a esta carrera que ya tiene los primeros aspirantes inscritos.
• Grupos de investigación, innovación, transferencias de tecnología y convenios son algunas de las metas que están en la mente de este visionario y apasionado por su profesión.
Cuando terminaba su bachillerato, Diego Fernando Villanueva Mejía asistió a una de las salidas que programó su colegio. Esa vez era al Bosque de Niebla, un lugar con un ecosistema rico en fauna y flora, ubicado en Salento, Quindío.
Allí conoció una de las reservas naturales más grandes que tiene el país, pudo observar y conocer los diversos organismos vivos, algunos en vía de extinción, así como las grandes oportunidades que la ciencia podía ofrecer a este tipo de lugares.
Ese fue uno de los episodios que recuerda el jefe del nuevo pregrado en Biología, como uno de los que lo llevó a decidirse por su profesión, decisión de la que nunca se ha arrepentido.
“El hombre no termina de conocer los organismos con los que vive y eso fue lo que me despertó mayor interés, pues quería conocerlos. A medida que fui avanzando en la carrera me di cuenta de que encontraba muchas cosas en una molécula y que podía manipularlas, lo que me afianzó en esa pasión por los laboratorios, por la biología”, dice.
Este investigador, magíster en biotecnología y candidato a doctor en esta misma área del conocimiento, está convencido de que a quien le guste estudiar este pregrado debe ser una persona curiosa, con ganas de saber muchas cosas que, normalmente, la gente no conoce y debe, además, sentir respeto por los demás y por el medio ambiente y la biodiversidad.
“También debe ser alguien metódico y, en lo posible, muy organizado, porque cuando se hace investigación se aprende que las cosas tiene un orden y que hay que mirar más allá”, afirma.
Y esa fue una de las razones que llevó a la Institución a ofrecerle el reto de crear el pregrado y, luego, de liderarlo. El proceso de estructuración del programa inició en mayo de 2011. La invitación la recibió de Valeska Villegas Escobar, profesora del Departamento de Ingeniería de Diseño de Producto; y de Alberto Jaramillo Jaramillo, director de Planeación.
“Para crear el programa recuerdo que invitamos a profesores, investigadores, empresarios del país para discutir sobre la biología y encontramos que faltaban aéreas por explorar. Así que de ahí surgen las líneas de énfasis, que creemos son novedosas y prioritarias para el país”, asegura el jefe del pregrado.
El proceso de estructuración culminó en julio de este año y, en septiembre, la Universidad recibió el aval del Ministerio de Educación Nacional para dictar el programa. Pero, aunque los trámites legales ante esta entidad terminaron, lo que comenzó fue el montaje con todo lo que implica su gestión. Y, para esto, la persona indicada seguía siendo Diego Fernando.
“Estoy en el cargo desde el 8 de octubre. No había otro jefe anterior, así que todo está por hacer, pero he sentido el apoyo de muchas personas de la Institución”, asegura.
Su proactividad habla de lo mucho que se apasiona con el tema. En 15 días que lleva en el cargo ha trabajado con empleados de diferentes departamentos como Mercadeo Institucional, Comunicación y Cultura, y Admisiones y Registro. Ya tiene claro cuáles son los docentes que lo acompañarán y cuenta que ya hay aspirantes para cursar el pregrado en 2013.
“Ha sido un trabajo muy intenso. Tengo en mente muchas cosas, no olvido el tema de los convenios, tenemos proyectado trabajar con carreras como Geología, Ingeniería de Procesos, Ingeniería Matemática, Ingeniería Física, Ingeniería de Sistemas. Todos los resultados se verán de forma gradual”.
Con corazón eafitense
Este ibaguereño, que llegó a Medellín en 2002, se vinculó como profesor de cátedra a EAFIT en 2007 para dictar esta materia (biología) en el programa de Ingeniería de Procesos. Luego ofreció otras asignaturas en pregrados como Ingeniería Física, Ingeniería Matemática e Ingeniería Civil.
Él siempre he sido investigador en ciencias biológicas. Trabajó 10 años en la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB) y, a la vez, era docente en la Universidad. Sus expectativas son muchas, pues afirma que debe posicionar un área del conocimiento que nunca se había explorado en la Institución.
“Uno de los retos es crear la certeza de que en esta Universidad se puede estudiar Biología. De hecho, ya estoy sorprendido porque se inició apenas la difusión y ya tenemos estudiantes inscritos, en calidad de aspirantes. Espero que al pasar de los días aumenten los interesados”.
Diego sueña un programa tan grande como la diversidad de posibilidades que tendrán quienes decidan salir con su diploma de biólogos eafitenses. “Yo veo un programa muy fuerte, no solo en lo académico, sino en investigación, con grupos consolidados que generan conocimiento, con publicaciones, servicios y transferencias de tecnología. Este programa ayudará a que la Universidad llegue más sólida a ser esa institución de docencia con investigación”.
Para esto ha encontrado, en sus palabras, un equipo fuerte, gente preparada y comprometida con materializar ese sueño. “En solo dos semanas he sentido mucha calidad humana y que las personas que trabajan acá aman la Universidad. Y, estar en un lugar donde se está cómodo es lo mejor que se puede tener”.