• El jueves 22 de noviembre, se realizó la ceremonia de graduación de los 29 estudiantes que participaron en el nivelatorio del programa Becas con Aportes de Empleados.
• Los 10 alumnos que lograron el mejor desempeño en este curso recibieron una beca para estudiar en la Universidad. Otros seis jóvenes también podrán cursar sus carreras en EAFIT gracias a otras iniciativas.
La respiración agitada y los sollozos reprimidos, pero de alegría, de Vanesa Sánchez Restrepo, de la institución educativa Jesús María del Rosal, en Castilla, se escucharon en gran parte del Auditorio Fundadores, después de que la maestra de ceremonia mencionó su nombre.
A sus 17 años, el sueño de estudiar una carrera se hará realidad, gracias al programa Becas con Aportes de Empleados que, cada año, otorga esta posibilidad a 10 estudiantes de Medellín y el valle de Aburrá de estratos 1, 2 y 3, que se destacaron en el curso nivelatorio, etapa inicial de esta propuesta.
Se trata de una iniciativa que comenzó hace nueve años por parte de un grupo de empleados de EAFIT y que, a la fecha, cuenta con 370 personas que aportan.
Los empleados que deciden sumarse al programa autorizan a la Universidad para que descuente un porcentaje de su salario mensual, con el fin de que jóvenes que tienen excelente rendimiento académico y todas las aptitudes no dejen de seguir su formación profesional por dificultades económicas.
“Muchas gracias, no me voy a cansar de decirlo porque desde hoy me va a cambiar la vida. Poder estar en esta universidad es algo que pensé era imposible, pero, gracias a todas esas personas que se ponen la mano en el corazón y creen en nosotros, voy a convertirme en una gran profesional”, dice Paula Andrea Londoño Duque, otra de las beneficiadas con la beca.
Por su parte, Vanesa no ve la hora de poder regresar un poco de lo que ha recibido, pues, tal como le dice su mamá Nelly Sánchez Restrepo, tan pronto tenga la posibilidad espera sumarse a un fondo similar a este y permitir que, como ella, otros jóvenes puedan acceder a una educación superior de calidad.
“Yo desde que estaba en preescolar le pedía mucho a Dios que mi niña fuera una gran estudiante y que se ganara una beca, porque yo no tengo los medios para darle a ella una carrera. Por eso estoy matada, agradecida, feliz y me siento muy orgullosa de que ella sea mi hija”, manifestó esta madre soltera que, después de años de acompañamiento y sacrificio, ve cada vez más cerca a esa ingeniera de producción y emprendedora que quiere ser su hija.
El proceso del programa
Aunque dice que “no sabe mucho” porque solo estudió la primaria, Cecilia Tangarife estuvo atenta a cada uno de los trabajos y las madrugadas que su hija Wendy Estefanía Vera Tangarife tuvo que hacer para ser una de las mejores del nivelatorio.
Así empieza este proceso. Primero los colegios asociados a la Universidad eligen a los mejores estudiantes para presentar unas pruebas iniciales. Quienes obtengan el mejor resultado empiezan el programa nivelatorio que se realiza durante todo el año, con el fin de prepararlos en matemáticas, lenguaje, informática y empresarismo, explica María Camila Tobón, del Departamento de Beneficios y Compensación.
La idea no solo es que todos compitan en igualdad de condiciones por las becas para estudiar en EAFIT, también es que quienes no logren obtenerlas estén preparados para enfrentarse a pruebas tan exigentes como las Saber 11 o las que se realizan para ingresar a universidades públicas.
“Yo siento que aprendí demasiado acá y me encantaría quedarme en esta institución. No sé si pueda, lo que sé es que me llevo muchas enseñanzas para la vida que ya me han empezado a ser útiles”, comenta Daniel Gómez Mazo, quien no resultó elegido entre los 10 becados, pero pasó hace unos meses a una universidad pública en gran medida gracias a sus estudios semanales en EAFIT.
Las clases tuvieron lugar todos los sábados entre las 8:00 a.m. y las 12:00 m. Para la profesora Carmenza Tobón Lopera, encargada del módulo de competencia comunicativa, ese momento era un encuentro con la palabra que celebraba al lado de jóvenes de toda la ciudad que tenían algo en común: “Los sueños, vengan de donde vengan, en eso no hay diferencia y las ganas de luchar por esos sueños, eso encontramos en ese grupo”.
Una vez finalizado el nivelatorio, los jóvenes que tienen mejor rendimiento académico son los elegidos para convertirse en estudiantes activos de la Universidad.
A hoy, un total de 84 jóvenes han podido cursar sus estudios en la Institución gracias a estas becas, 28 de ellos ya egresaron, algunos estudian sus posgrados en el exterior, otros son docentes de EAFIT o se desempeñan como profesionales en sus respectivas disciplinas. Y, todos ellos, como expresó ayer el rector Juan Luis Mejía Arango, “han cambiado su forma de vida, el de su familia y su entorno social”.
Otros seis jóvenes serán eafitenses
Además de los estudiantes beneficiados con el programa de Becas con Aportes de Empleados, otros tres jóvenes que participaron en el nivelatorio también podrán cursar sus carreras en EAFIT. Esto, debido a que la Corporación Educación Suiza EAFIT (Cese) entregó dos becas y la Corporación Amigos de EAFIT otorgó otra.
Así mismo, la alumna más destacada de la Institución Educativa Benedikta Zur Nieden, colegio apadrinado por EAFIT, recibió este beneficio; y el estudiante mejor calificado en los Premios Medellín la más educada.
También se entregó una beca al estudiante que obtuvo el primer lugar en la décimo tercera edición del Encuentro Pedagógico de Educación Media Técnica en Informática (Epemti).