• Unos simios con diferentes comportamientos que dejan mucho que desear hacen parte de la exhibición Involución: de homosapiens a homo imprudentus.
• Estos se tomaron las instalaciones del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas y han causado sorpresa entre empleados docentes y administrativos, estudiantes y público que visita este lugar.
Cuando Juan Camilo Suárez Roldán, profesor del Departamento de Humanidades, recibió la invitación a la exhibición Involución: de homosapiens a homo imprudentus, que se puede apreciar en el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas desde febrero, pensó que se trataba de una muestra científica alusiva a la vigencia de la obra de Darwin o, quizá, algo relacionado con las ciencias naturales.
Pero no. Luego vio que aquellos mensajes y piezas gráficas correspondían a unos simios que se apoderaron de este centro. Están por todos lados, corriendo por los pasillos, escondidos detrás de los estantes de libros mientras comen o balanceándose inquietos por los computadores del lugar.
Aunque estas especies lograron robarse la atención de empleados docentes y administrativos, estudiantes y el público en general, algunos coinciden en afirmar que sus comportamientos dejan mucho que desear.
El Primatus Correlonus, por ejemplo, desciende directamente de la familia de los impuntualus y puede alcanzar velocidades de 0 a 50 kilómetros por hora, siempre está de afán y, en ocasiones, se puede convertir en un verdadero peligro para él mismo y para los que están en su camino.
Como este, el Primatus Balanceatus no se queda atrás. Si bien no es tan veloz como su anterior compañero, acostumbra a colgarse de las sillas, mesas o cualquier otro elemento que esté a su alcance, y no es extraño que algunos de estos enseres terminen dañados a causa de sus malabares.
“Esta asignación de un nuevo sentido a estos primates a través de estos gráficos es interesante. Intuyo que es un asunto de generar conciencia frente a los espacios que ofrece la Universidad”, apunta Juan Camilo.
Otros Primates imprudentus
A Juan Sebastián Ramírez Naranjo, estudiante de Administración de Negocios, le han causado tanta gracia estos particulares animales que él mismo ha sido afectado cuando se encuentra estudiando y lo interrumpen las conversaciones en una mesa vecina, cuando alguien pasa corriendo o cuando escucha sonidos propios de quien mastica chicle. ¿Será que cobraron vida los primates?
Y es que precisamente, en otra de las vitrinas se puede apreciar al Primatus Glotosus, un espécimen precedido por su “olor a comida” y que generalmente es reconocido por usar las páginas de los libros como sus servilletas.
También está el Primatus Agresivus, popularmente reconocido por su conducta antisocial, autoritaria y agresiva, lo que lo ha convertido en una de las especies que más ha involucionado.
Diego Alejandro Osorio Suárez, analista del Departamento de Desarrollo Estudiantil, destaca el manejo del humor en la exhibición y no niega que esta es una manera didáctica de mostrar qué es lo que no deben hacer quienes acuden a este lugar. “Están caricaturizando esas conductas y me parece excelente”, afirma.
Lo mismo opina Aider Zapata Chaverra, auxiliar administrativo de Admisiones y Registro, quien dice que esta es una buena iniciativa porque crea conciencia sobre el buen comportamiento. “No solo habla del uso de un lugar como la Biblioteca, sino que invita a pensar que hay otros espacios de la Universidad y por fuera de esta donde el respeto es necesario”.
Por ahora los primates continuarán paseándose por las instalaciones del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, y a estos se irán sumando otros personajes con los que se espera despertar el mismo interés.