• Juan Manuel Cuartas Restrepo, un filósofo con maestría en lingüística, será el encargado de darle norte al proceso académico de este programa, que se dictará en este segundo semestre en la Institución.
• Entre sus retos están, además de entregarle a la sociedad nuevos doctores en esta área, concretar sus proyectos de investigación orientados al estudio de la hermenéutica.
Un día de noviembre de 2011 surge en una mesa de reuniones la pregunta de quién coordinaría los destinos académicos del nuevo doctorado en Humanidades de EAFIT, programa aprobado por el Ministerio de Educación Nacional.
El nombre de Juan Manuel Cuartas Restrepo se escuchó con agrado y los líderes de esta propuesta institucional, en cabeza de Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades, quien además es el coordinador general del doctorado; y Liliana María López Lopera, jefa del Departamento de Humanidades, coincidieron en que él sería la persona más indicada para asumir el cargo.
Hoy, a menos de dos semanas de realizarse la lección inaugural de este nuevo posgrado, que tendrá lugar el 27 de julio en el auditorio 125 del bloque 38, Juan Manuel repasa con orgullo el pasado que antecedió la puesta en marcha de este sueño institucional que ahora es un hecho.
“No se trata solo de recibir un registro calificado, es necesario proyectar esta primera cohorte y seguir dándole vida a un trabajo colectivo en el que intervienen docentes, invitados extranjeros, estudiantes, directivos y, experimentar así, las distintas dinámicas que tiene una cohorte en marcha”, comenta el coordinador que llegó a la Universidad en 2010.
Desde ese mismo año, cuando recién se gestaba el proyecto para ofrecer el doctorado eafitense, Juan Manuel fue uno de los colaboradores que intervino en el diseño de la propuesta que se enviaría al Ministerio. Razón por la que, gracias a sus conocimientos e inmersión en el tema, sonó su nombre para coordinarlo.
“Este fue un trabajo que contó con la voluntad colectiva de muchos integrantes de la Escuela de Ciencias y Humanidades. Estamos a la expectativa, aún no sabemos con certeza a dónde llegaremos, pero sí tenemos claro que haremos lo mejor para que esta primera cohorte le dé un impulso a las futuras, así como tener el primer doctor para, consolidar así, todo este proceso”, señala el profesor.
Por esta razón, para Juan Manuel la palabra coordinar está muy bien utilizada porque, aunque en sus palabras los doctorados suelen ser desescolarizados, son programas que requieren de una gestión desde todos los ámbitos, no solo para que el aprendizaje surja, sino para asegurar que crezcan y tengan fruto las propuestas de investigación con las que llegan los alumnos.
Se quedó con la hermenéutica
Este docente, filósofo de profesión y con maestría en lingüística, se ha dedicado al estudio de la crítica literaria y afirma que se quedó a vivir en una disciplina que le apasiona: la hermenéutica.
Este es uno de los tantos espacios en los que se pueden mover los filósofos. Sin embargo, él opta por una corriente más deliberativa y colectiva, donde hay más pluralidad de perspectivas y un pensamiento transversal a todas las disciplinas.
“Yo me concentro en esto porque se trata de mirar qué se puede hacer con el lenguaje y lo que su significado puede traer de vuelta a la comprensión de nuestra propia vida”, cuenta Juan Manuel, quien en la actualidad realiza un proyecto de investigación que espera dar como producto una enciclopedia sobre esta área del saber.
Este profesor ha dedicado gran parte de su vida a estudiar sobre el tema. Su pregrado, del que se graduó en la Universidad de Caldas, fue en Filosofía y Letras; luego llegaron sus estudios de maestría en Hermenéutica, en el Instituto Caro y Cuervo, donde además trabajó en el área de posgrados y como investigador. Más adelante realizó su doctorado en Filosofía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, en España.
Antes de llegar a EAFIT, donde ha dictado cursos de pregrado sobre teoría de la argumentación y de maestría en teoría de la hermenéutica, fue docente de español en la Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros (Seúl-Corea del Sur) y, tras su regreso al país, asumió diferentes cargos en la Universidad del Valle, en la que fue uno de los promotores del doctorado en Humanidades.
“Soy de Caldas, pero en Medellín me siento como en mi casa. EAFIT me ha acogido muy bien, y ha respetado y valorado mi trabajo”.
Por ahora, sus retos, además de consolidar este proyecto académico de la Institución y lograr así que sea reconocido en los ámbitos nacional e internacional, es terminar uno de sus trabajos llamado Fascículos para una hermenéutica.
“También quiero que mis dos hijos encuentren, como yo, un horizonte personal y profesional que les permita sentirse bien y que sean líderes en sus propias disciplinas”, dice el docente.