• El escritor, periodista y filósofo español estará este miércoles 22 de febrero a las 5:00 p.m. en EAFIT. Ofrecerá la Cátedra Medellín-Barcelona.
• En la actualidad es columnista del diario El País, de España, y hasta hace poco fue director del Centro Cultural Contemporánea de Barcelona.
Una crítica a la indiferencia. Una voz que reivindica la indignación. Un testimonio a favor de recuperar el proyecto de la Ilustración.
El pensamiento de Josep Ramoneda Molins, escritor, periodista y filósofo catalán, que en la actualidad se desempeña como columnista del diario El País, de España, puede plantearse de la anterior manera en un mundo contemporáneo que mira cómo sucesos de la magnitud de la Primavera Árabe o los acontecidos en Madrid o Nueva York, con los indignados como protagonistas, acaparan la atención de una opinión pública que continúa expectante frente a lo que podría originarse a partir de estos movimientos.
Por lo anterior, se hace necesario escucharlo este miércoles 22 de febrero en la Universidad EAFIT, en la que el pensador español ofrecerá la Cátedra Medellín-Barcelona, que tendrá como título Indiferencia, indignación y democracia. Esta será a las 5:00 p.m. en el Auditorio Fundadores. El ingreso es sin costo.
Su último trabajo bibliográfico, Contra la indiferencia, fue editado en 2010 por la editorial Galaxia Gutenberg. En este, y según una columna de Josep Massot que se publicó en La Vanguardia, de Barcelona, Ramoneda reivindica la recuperación de la razón crítica en un libro que tiene “tono de manifiesto”. El columnista destaca, por ejemplo, cómo en opinión de Ramoneda se ha seguido una estrategia del miedo en aras de valorar la seguridad, lo que ha socavado la libertad.
Sin embargo, se hace interesante analizar las opiniones del catalán acerca, precisamente, del movimiento de los indignados, en un tiempo donde, en palabras de pensadores contemporáneos, el hombre acude cada vez más al individualismo y al consumismo. Las respuestas de Josep Ramoneda entregan luces y advierten situaciones que, de no preverse, podrían complicar el rumbo de la humanidad.
¿Con la creciente ola de indignación que hay en el mundo, y que puede verse en manifestaciones en varias regiones y países podría decirse que la humanidad está entrando en otro tiempo?
“Recientemente estuve en Túnez en un coloquio y percibí el contraste entre la vitalidad, el entusiasmo, y también la inocencia, de los ponentes árabes en contraste con unos europeos resabiados y dándole vueltas a la decadencia. Europa vive actualmente la amenaza del totalitarismo de la indiferencia”.
“Y no sería una buena noticia para nadie, porque, a pesar de todo, es un modelo de sociedad que encontró equilibrios sin precedentes. Y es cierto que en este momento es de lo que antes se llamaba periferia que vienen los impulsos más interesantes. Pero creo que entramos en una etapa confusa, en la que hay muchas incógnitas por despejar. Y la primera de estas será lo que ocurra en China, verdadera máquina de explotación a gran escala, que cualquier día puede estallar con consecuencias para todos”.
Muchos cambios en la política mundial están siendo liderados por jóvenes, por estudiantes universitarios que quieren manifestar su indignación ante la manera como los más adultos quieren manejar la economía, la educación, la política. ¿Le cree a la perduración de este movimiento o considera que hace parte solo de una coyuntura?
“De momento, en lo colectivo, más que cambios lo que las nuevas generaciones lideran son protestas. Y creo que es interesante distinguir entre las protestas para mantener dignidades amenazadas y las protestas para conseguir dignidades y derechos que nunca se tuvieron. Movimientos como los indignados corren el riesgo de agotarse y quedar como grandes protestas morales y cívicas que no consiguieron encontrar traslación política”.
Sus reflexiones sobre la indignación, la indiferencia, la democracia y otros sucesos que acaparan la atención del mundo podrán seguirse de cerca esta semana en EAFIT, institución que hará eco de una voz que cree en la reivindicación del ser humano.
¿Quién es Josep Ramoneda Molins?
Filósofo, escritor y periodista nacido en 1949 en Cervera, Lérida (España) y del que se destaca su activismo político durante la dictadura franquista y la transición, ligado a partidos e ideologías de izquierdas.
Entre 1972 y 1974 ejerció como corresponsal del diario español Tele-Express en París, para luego, de regreso a España, participar en la Revista Por Favor, donde compartió la sección de entrevistas con José Martí Gómez. En la televisión participó en programas Hoy por hoy y Hora 25. Fundó la revista cultural Saber y durante los años 80 y 90 dirigió la sección de cultura de La Vanguardia (España).
Fue profesor de filosofía la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) hasta 1990, año desde el que emprendió su labor como director del Centro Cultural Contemporánea de Barcelona (Cccb) y que desarrolló hasta 2012.
En este cargo se destacó un notable trabajo de promoción de la cultura que, entre otras cosas, le acaba de otorgar, el primero de febrero de este año, el premio Ciutat de Barcelona de Proyección Internacional, que entrega el Ayuntamiento de la capital catalana. Esta distinción reconoce la labor de Ramoneda al frente del Cccb donde contribuyó a la construcción de una imagen internacional, abierta y plural de esta ciudad.
Su carrera literaria la ha ejercido en catalán y castellano. Entre sus escritos se encuentran ensayos académicos y numerosos artículos en medios de comunicación como El País o La Vanguardia (de España). También obras como Sentido íntimo (1982), La apología del presente (1989), Después de la pasión política (1999), Del tiempo condensado (2003) y su más reciente publicación Contra la indiferencia (2010).
¿Por qué necesitamos las humanidades?
El jueves 23 de febrero, a las 6:00 p.m. en el auditorio 103 del bloque 38, Josep Ramoneda será el protagonista principal de la presentación del nuevo doctorado en Humanidades de EAFIT. Allí ofrecerá la conferencia ¿Por qué necesitamos las humanidades? A esta podrá ingresar el público en general.
Precisamente sobre el planteamiento de la conferencia, y al indagársele por cómo en este tipo de espacios se pueden discutir cambios de pensamiento y proponerle a la sociedad alternativas para que haya más humanismo en las decisiones que afectan a la población, Josep Ramoneda responde que la academia tiene que recuperar su función de educar personas capaces pensar y decidir por sí mismas.
“Esta crisis ha puesto en evidencia que demasiado a menudo la academia se ha puesto al servicio no del saber si no de los intereses. Los departamentos económicos de las grandes universidades anglosajonas y las escuelas de negocios salen muy tocadas de esta crisis. Hay que formar gente con criterio propio, con capacidad de ejercer la función crítica y de abrir perspectivas y caminos a los demás”.