• Como un hombre amable, insistente en sus propósitos y de gran amor por la Universidad será recordado Roberto Arenas Mejía, quien partió el pasado 2 de enero, luego de asumir por cuatro años la dirección de EAFIT Pereira.
• Este administrador de negocios de la Institución, además de haber ocupado importantes cargos que permitieron el desarrollo de esa ciudad, deja un importante legado de liderazgo y carisma a su equipo de trabajo.
Era suficiente con definir el día, el itinerario de vuelo y empacar la maleta para viajar a Pereira, pues de lo demás se encargaba ese hombre que, desde las 7:00 de la mañana, ya estaba en el aeropuerto Matecaña, muy bien vestido y dispuesto no solo a atender la agenda de muchos de los eafitenses que llegaban, sino a mostrarles su querida ciudad.
Y es que no importaba de cuál dependencia era o qué cargo tuviera el visitante, para él todos eran funcionarios de EAFIT y, como tales, merecían las mejores atenciones.
Así era Roberto Arenas Mejía, y así lo recuerdan muchas personas de la Universidad que tuvieron el honor de conocerlo, de hablar con él con la cercanía que lo caracterizaba, y de intercambiar ideas sobre el futuro de la Institución y de los aportes de los que se beneficiaría el Eje Cafetero, desde su ejercicio como Director de EAFIT Pereira.
Sus cerca de once colaboradores, que estuvieron en el día a día bajo su orientación, regresaron a sus labores este año en medio de la nostalgia y la tristeza, pero firmes en continuar con la construcción de ese sueño institucional que él se trazó y que seguro se va a materializar gracias a su legado.
“Roberto era una persona incansable, visionario y cívico. Siempre estaba pendiente de cómo mejorar a su Pereira del alma, y la mejor forma de hacerlo fue a través de los cargos que ocupó”, comenta Andrés Henao Rosero, coordinador académico de esta dependencia.
Como Andrés, Sebastián Gaviria Trujillo, el actual coordinador de los cursos de idiomas, recuerda a Roberto no solo como su jefe, sino como aquel reconocido personaje pereirano, muy carismático y de trato cordial que pudo distinguir tiempo atrás entre los altos dirigentes de esta ciudad.
“Años más tarde me enteré de una convocatoria y decidí aplicar. El mismo Roberto fue quien me llamó para avisarme y desde la entrevista pude confirmar lo que había escuchado de él. Era muy humano, cálido y me transmitió mucha confianza”, afirma Sebastián.
Líder y amigo
Sandra Liliana Betancur Cardona todavía recuerda entre risas las despedidas de año que realizaban en su finca de recreo, ubicada a las afueras de Pereira, donde Roberto siempre fue el mejor anfitrión.
“Antes que jefe, siempre fue un amigo. Incluso, siempre decía que no quería tener empleados, sino amigos. Y es precisamente así como vamos a recordarlo y a seguir realizando un excelente trabajo en su nombre”, expresa la asistente administrativa.
Para Sandra, uno de los mayores legados del directivo en EAFIT Pereira, fue el contar hoy con un equipo de trabajo sólido, consciente de sus labores y responsable con las necesidades académicas de la región. “Él nos dio la seguridad y nos demostró que éramos capaces”.
No podía esperarse menos de quien fuera Alcalde, presidente de importantes empresas del sector público y privado, gerente y director de diferentes entidades, entre muchos otros cargos que hicieron parte de la trayectoria laboral de Roberto quien, además, fue uno de los primeros egresados, a principios de de la década del sesenta, en el pregrado en Administración de Negocios.
Quizás por ese motivo, según sus compañeros de trabajo, siempre afirmó que lo que llegó a ser como persona y profesional se lo debía en gran parte a su formación en EAFIT.
Así, y como un jefe líder y diligente que siempre se preocupó por el mejoramiento constante de la Universidad y que depositó en quien lo seguía la confianza para alcanzar las metas y proyectos planteados será recordado Roberto Arenas Mejía.
“La mejor forma de honrar su memoria será aplicar sus enseñanzas, y replicar su liderazgo con el mismo empeño y corazón que él siempre mantuvo”, concluye Andrés.
Las huellas de Roberto
La Nacional de Seguros, el Instituto de Seguros Sociales, la Secretaría de Desarrollo Económico y Social de Risaralda, el Instituto de Bienestar Familiar y el Banco Popular fueron algunas de las instituciones en las que se desempeñó este eafitense desde los cargos directivos, lo que le permitió acumular la experiencia necesaria para asumir la alcaldía de su ciudad entre 1980 y 1982.
Su visión de que la educación es una apuesta de desarrollo para la región lo llevó, en 2007, a asumir la dirección de EAFIT Pereira con el objetivo de posicionar y consolidar la oferta académica y la imagen institucional en este lugar del país.