• La Universidad y la Fundación Guillermo Cano presentarán, el martes 21 de agosto a las 5:00 p.m. en el auditorio 103 del bloque 38, el libro Tinta indeleble Guillermo Cano, vida y obra.
• El texto está escrito en coautoría por el docente Carlos Mario Correa, del pregrado en Comunicación Social, y por Jorge Cardona y Maryluz Vallejo. El acto será moderado por Ana María Cano, jefa del Fondo Editorial.
Como un hombre de choque, inquisidor, fiscalizador, punzante y agresivo en la denuncia. Así se revela Guillermo Cano Isaza, uno de los periodistas más importantes del siglo XX en Colombia, en el libro Tinta indeleble Guillermo Cano, vida y obra, texto que será presentado el martes 21 de agosto a las 5:00 p.m. en el auditorio 103 del bloque 38.
Esta obra, que se puede considerar como un ejercicio de recuperación de la memoria, fija un capítulo en la historia del periodismo nacional. Fue escrita por Jorge Cardona Alzate, Maryluz Vallejo Mejía y Carlos Mario Correa Soto, este último docente del pregrado en Comunicación Social.
La presentación estará a cargo de los coautores y contará con la moderación de la periodista Ana María Cano Posada, jefa del Fondo Editorial EAFIT.
“La vida y obra de Guillermo Cano es uno de los capítulos más importantes que le hacía falta a la historia del periodismo colombiano, a la que le quedan faltando otros tantos. Él representó una evolución, un estilo de trabajo editorial y una manera de reportear, de valorar los contenidos e, incluso, de narrar”, opina el profesor Carlos Mario Correa.
El académico también destaca que Cano Isaza contribuyó a la modernización del periodismo colombiano tanto como Alberto Lleras Restrepo, Germán Castro Caycedo, Eduardo Zalamea Borda, Gabriel García Márquez, Eduardo Santos Montejo o Lucas Caballero Calderón, más conocido con el seudónimo de Klim.
El periodista
Así mismo, el profesor del Departamento de Humanidades asegura que este es un libro completo y revelador en aspectos de la vida de Guillermo Cano como periodista, en tanto que abarca los 40 años de su labor.
En el texto, por ejemplo, se muestra la primera etapa de él en El Espectador, entre sus 18 y 26 años, antes de asumir la dirección. Allí trabajó en los talleres como armador de páginas, donde se untó de tinta en la era tipográfica, luego subió a la sala de redacción y fue redactor de piso, estuvo bajo las órdenes de jefes y cubrió asignaciones periodísticas.
“Guillermo Cano se formó en todos los escalones propios del periodismo en una época en la que la profesión no se enseñaba en la universidad, sino en las salas de redacción”, dice el docente, quien agrega que Cano entrevistaba, caminaba la ciudad, viajaba, cubría ruedas de prensa, eventos políticos, culturales, sociales e iba a las plazas de mercado a preguntar por el precio de los huevos, de las legumbres. Además, cubrió los estragos de El Bogotazo, tras la muerte de Gaitán.
El libro
La publicación consta de tres partes: una biografía, escrita por Jorge Cardona Alzate, periodista y editor de El Espectador; una antología de crónicas y un ensayo valorativo sobre este género, escrita por Carlos Mario Correo Soto; y una antología de editoriales y columnas de opinión de Guillermo Cano Isaza.
“En síntesis podemos decir que el libro junta la biografía, la antología y el ensayo. Y que tiene una introducción escrita por la sobrina de Guillermo Cano, Marisol Cano Busquets, en la que cuenta cómo se hizo este trabajo de investigación que empezó en julio de 2011 y concluyó en abril de 2012”, señala el profesor Carlos Mario.
Este trabajo también contó con el apoyo de la historiadora María José París, quien se encargó de precisar nombres de lugares, fechas y firmas de Guillermo Cano Isaza en sus publicaciones, ya fuese con su nombre o con los seudónimos que usó para sus crónicas: Conchito o Analítico. Esto con el fin de entregar un libro con rigor histórico.
“Este libro es muy importante para las nuevas generaciones, para que se den cuenta de que el periodismo tiene una historia, y que para ejercerlo se necesita vocación, pues sin esta, sin entusiasmo y sin amor por la profesión es casi imposible ser un buen periodista, y eso es lo que muestra el ejemplo de Guillermo Cano”, precisa Carlos Mario.