• En el presupuesto de cada año se debe tener en cuenta el ítem que contempla el apoyo de estos estudiantes. La búsqueda y la selección de los jóvenes la hace cada dependencia para luego ingresarlos al sistema.
• Los alumnos que hacen parte del programa de Monitorías deben estar como mínimo en tercer semestre, y tener buen rendimiento académico y excelente comportamiento disciplinario.
Ahí están, dispuestos a apoyar las diferentes labores. Ya sea para preparar talleres, gestionar ayudas audiovisuales, revisar informes, elaborar presentaciones, contribuir con investigaciones, actualizar información, redactar cartas o, quizás, colaborar con otros asuntos logísticos.
Y en medio de estas y muchas otras actividades, aprenden, aplican algo de lo que adquieren en sus carreras y se acercan al entorno laboral.
Se trata de los monitores que, gracias a su compromiso y dedicación, facilitan el día a día de los empleados docentes y administrativos que pertenecen a las distintas unidades de la Universidad, un aporte que permite, incluso, mejorar algunos procesos.
“Todas las dependencias necesitan monitores, ya que desempeñan un papel importante para la Institución”, dice Paola Gaviria Meléndez, jefa del Departamento de Beneficios y Compensación, adscrito a la Dirección de Desarrollo Humano-Bienestar Universitario.
A su vez, para los jóvenes que participan en el programa de Monitorías, que tiene una trayectoria de más de 35 años, es un reconocimiento que EAFIT les hace, ya que es un aporte para ellos desde la perspectiva social y de formación complementaria.
“La labor de un monitor es muy valiosa para nosotros. Y, por otro lado, es muy útil para ellos el complementar sus estudios, aprender a desempeñarse en el campo laboral y a ser responsables”, cuenta Luis Fernando Rendón Cortés, director de Educación Continua.
El proceso para tener un monitor
Pero… ¿Cómo contar con el apoyo de estos jóvenes? La búsqueda de los monitores, según los lineamientos del proceso, la debe realizar cada dependencia de acuerdo con sus necesidades. De hecho, en el presupuesto que se presenta cada año debe estar contemplado el rubro que se destina para este apoyo.
En ocasiones son los mismos estudiantes quienes van a las dependencias que les llaman la atención y ofrecen su servicio de monitoría. También, las diferentes unidades administrativas y académicas, al ver las aptitudes y capacidades de algunos alumnos, hacen la propuesta de monitoría o realizan convocatoria a través del sistema Mercurio para recibir hojas de vida.
Una vez se selecciona el estudiante más idóneo para la labor en cada unidad académica o administrativa, se ingresa a través de la plataforma Bisa, en la que se especifican las características requeridas.
Se debe definir, por ejemplo, el tiempo de servicio del estudiante, que está entre un cuarto y medio tiempo; verificar la fecha de inicio y fin de la actividad; y elegir el tipo de monitoría, ya que son diferentes la evaluación, las actividades y las responsabilidades.
De manera posterior, las secretarias o auxiliares registran la novedad de este apoyo y, los empleados que serán responsables de la labor de los monitores, les comunican a estos estudiantes elegidos el horario y las funciones a realizar.
El ingreso de monitorías al sistema se debe renovar cada semestre, pues el Departamento de Beneficios y Compensación debe revisar la evaluación que el empleado le hace a su correspondiente monitor, y verificar que el estudiante cumpla con los requisitos.
“Los alumnos que hacen parte del programa de Monitorías deben ser de tercer semestre en adelante; tener buen rendimiento académico y excelente comportamiento disciplinario; y mostrar actitudes y aptitudes hacia la docencia, la investigación o habilidades administrativas”, explica Paola Gaviria.
Cualquier estudiante puede acceder al programa, siempre y cuando cumpla con estos parámetros. Aún así, las monitorías administrativas se crearon para los eafitenses becados, ya que hacen labor de contraprestación. También pueden apoyar a los profesores o investigadores.
“Los monitores académicos ayudan a sus compañeros, y esto es una colaboración directa al docente”, opina Hernán Darío Toro Escobar, profesor del pregrado en Ingeniería de Sistemas.
Por razones como estas, el programa de Monitorías avanza en sus propósitos: complementar la formación de los estudiantes, identificar sus perfiles e incentivar en ellos el sentido de pertenencia por la Institución, además de promover el reconocimiento a los alumnos destacados.