¿Cómo cambiar el hábito de fumar o vapear?​

Los espacios asignados para fumadores han sido cuidadosamente seleccionados para minimizar cualquier impacto negativo en aquellos que optan por no fumar y no vapear, garantizando así un ambiente más saludable y respetuoso para todos.​

• Que no hace nada, que huele rico, que nos vemos muy “cool”, que no tiene nicotina, que ayuda a dejar de fumar… Como con el cigarrillo, también son muchas las frases que usamos para justificar el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos, pero lo cierto es que también hay muchos mitos que hay que comenzar a derribar.

• Por eso, María Fernanda Monsalve Gómez, magíster en Psicología y Salud Mental y psicóloga del Departamento de Desarrollo Estudiantil de EAFIT, nos comparte en esta columna algunas reflexiones y recomendaciones para ayudar a disminuir este hábito y transformarlo en uno más positivo.

En la contemporaneidad aparece un notable incremento ligado al consumo de sustancias psicoactivas y alternativas que parecieran ser un poco más inofensivas, entre ellas el vapeador, que se ha posicionado como un gadget ampliamente aceptado por parecer una opción menos peligrosa para la salud que el consumo del cigarrillo convencional u otras sustancias y que es usado, en su mayoría, por población adolescente y joven.

Se trata de un dispositivo que, en ocasiones, no genera olor desagradable, tiene multiplicidad de sabores, y genera efectos placenteros por su contenido de nicotina o THC, lo que convierte en una opción atractiva. 

Por eso, a la hora de disminuir o dejar de utilizarlo, una de las posibilidades más eficaces para modificar este hábito es conocer las consecuencias de su consumo.​ Estudios recientes han identificado que puede generar daño pulmonar, enfermedad cardiaca, trastornos neurodegenerativos, déficit sensorial y enfermedad psiquiátrica. Adicional a las dificultades en la salud, también aparece la modificación en los hábitos de vida, dificultades para dormir, adicción, cambios de humor, e interferencias en las relaciones con el entorno, la familia, la academia y el trabajo, entre otras. (Usuga, D. (2021) Efectos nocivos del cigarrillo electrónico para la salud humana. Repositorio Universidad CES). 

Teniendo claridad de lo anterior pueden aparecer, entonces, varias preguntas:

¿Qué lo hace tan nocivo? 

Existen diversas explicaciones y una de estas, como lo menciona la cardióloga Jacqueline Scholz en el artículo ¿Cómo se puede dejar de vapear?, publicado por la BBC Brasil, es que “tienen un índice de nicotina en el cuerpo equivalente al consumo de más de 20 cigarrillos al día".

¿Cómo dejar de vapear?

Como puede suceder con otro tipo de adicciones se recomienda realizar un proceso progresivo. Expertos del Centro Nacional para Dejar de Fumar de Reino Unido (NCSCT), generalmente recomiendan una estrategia gradual. Una de las sugerencias para las personas que vapean es que reduzcan el porcentaje de nicotina en los líquidos que alimentan al cigarrillo electrónico durante cuatro semanas, hasta que ese porcentaje sea del cero por ciento.

Igualmente, existen versiones de este dispositivo sin nicotina que se pueden ir intercalando con las que se utilizan regularmente. Esa es otra de las recomendaciones que menciona la BBC Brasil en su artículo.

¿Qué pasa cuando dejo de vapear?

Si estamos ante un caso de posible adicción, el sujeto puede experimentar síntomas de abstinencia como cambios de humor, dificultad para concentrarse, sensación de inquietud, dificultades para dormir o síntomas asociados a la ansiedad, que podrían estar más presentes los primeros cuatro días posteriores al último consumo.

¿Por qué dejar de vapear?

Ante esta pregunta se suscitan otras cuestiones adicionales ¿cuál es la razón subjetiva de elegir hacerlo?, ¿qué lugar ocupa el consumo? En la práctica clínica se encuentran motivaciones que transcienden las explicaciones que hacen parte de las estadísticas y las razones orgánicas de las conductas.

Poder elaborar las posibles razones tras las conductas adictivas es un camino que podría dar respuesta subjetiva para dejar de realizar dicha conducta nociva.

Tomar la elección de sostener hábitos de vida saludables implica cambios de conductas por convicción, asumir la decisión de tomar acciones que promuevan el cambio en pro del bienestar físico y mental, y esto conlleva, a su vez, a asumir la responsabilidad directa de practicar ​alguna actividad física, alimentarnos de forma adecuada, dormir bien, fortalecer las redes de apoyo y tramitar los afectos.​