Espacios, cultura y bienestar
Chile, México y Colombia comparten sus experiencias sobre el manejo del acoso sexual en las universidades
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Este es el cuarto Diálogo de Integridad que se realiza como parte del proyecto Respeto en EAFIT, que se apoya en el
Protocolo para la equidad de género y la sexualidad diversa y, de manera reciente, en la
Declaración por la integridad y el respeto.
• Las universidades son un reflejo de la sociedad y de todo lo que se vive en esta, incluidos los temas de acoso y violencia de género. De ahí la importancia de generar espacios orientados a la prevención, la educación y el manejo de estos temas.
• Con el objetivo de seguir promoviendo la integridad como valor principal de EAFIT, el Centro de Integridad propició, el miércoles 21 de octubre, el diálogo ¿Por qué hablar de acoso sexual en las universidades?, en el que académicas y expertas de Chile, México y Colombia compartieron sus experiencias, aprendizajes, estrategias y buenas prácticas.
Las universidades son pequeños universos de la sociedad en los que se pueden vivir los mismos fenómenos de esta última, y de ahí la importancia de propiciar la reflexión sobre los temas que la afectan. Y con ese objetivo, este miércoles 21 de octubre la unidad lideró el diálogo
¿Por qué hablar de sexual en las universidades?, miradas desde Chile, México y Colombia.
Y es que frente a este tipo de situaciones las instituciones de educación superior tienen mucho que decir, tanto desde la perspectiva preventiva y pedagógica, como desde el enfoque disciplinario.
Cecilia Rosales, presidenta del Consejo de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Karla Urriola, directora de la Oficina Nacional de Género y Comunidad Segura del TEC de Monterrey; y María Ximena Dávila, investigadora de Dejusticia Colombia, se unieron a este espacio, que contó con la moderación de Nathalia Franco Pérez, jefa del Centro de Integridad, y en el que pudieron compartir experiencias, estrategias de prevención, avances, aprendizajes y buenas prácticas.
En el caso de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Cecilia Rosales afirmó que contar con una unidad para tratar y prevenir la violencia sexual es coherente con los principios de cualquier institución de educación superior, y es una reafirmación del compromiso de generar un ambiente seguro en el ámbito educativo. “Nuestra Universidad rechaza toda forma de violencia sexual y eso comprende, no solo lo físico, sino todas las conductas, comentarios, insinuaciones y contenidos de connotación sexual difundidos sin consentimiento”, expresó.
Así mismo, explicó que al presentarse diferentes relaciones jerárquicas en las universidades (entre profesores y estudiantes, o entre jefes y subordinados), es imperativo que las diferentes estrategias apunten a resguardar la integridad de su comunidad, especialmente a través de dependencias que puedan abordar la problemática.
“Tenemos dos grandes programas: uno de prevención, con charlas, talleres y campañas, y otro de apoyo a las víctimas de violencia sexual, que es el más importante y está integrado por especialistas, es confidencial, gratuito y se extiende a toda la comunidad, no solo en contextos dentro de la Universidad, sino también fuera de esta”, explicó la académica chilena.
Por su parte Karla Urriola, directora de la Oficina Nacional de Género y Comunidad Segura del TEC de Monterrey, indicó que si las universidades quieren ser espacios seguros deben propiciar las conversaciones sobre los temas de violencia de género y acoso. “El hecho de que hace cuatro años tuviéramos solo tres universidades con protocolos de equidad de género y sexualidad diversa, y que hoy sean más de 18, da cuenta de que hemos tenido que recordar y reflexionar que esta realidad también puede pasar en las instituciones”.
La panelista también agregó que su oficina trabaja bajo un enfoque que se centra en la dignidad humana, la formación, la capacitación y la sensibilización.
Y sobre estas intervenciones la investigadora de Dejusticia, María Ximena Dávila, enfatizó en que la importancia de estas dependencias radica en que su creación les da un trato importante y dignificante a las víctimas, y está generando experticia en el tema, “porque se está trabajando de la mano de gente profesional y capacitada, y se está realizando sensibilización para el tema”.
Los retos institucionales y estructurales de las universidades colombianas frente al acoso
“Esto ha pasado en las universidades, y por muchos años no se quiso hablar del tema. La Universidad es un espacio para la reflexión, para la ética, para la educación y la prevención, y es bueno que se esté abordando la violencia sexual”, agregó María Ximena.
Y añadió que, en lo que se refiere a su tratamiento, aún existen muchos retos institucionales y estructurales en el país, como que aún existen muchas universidades donde no se le presta la debida importancia, la pedagogía constante, la articulación con políticas más amplias, y el entendimiento reducido sobre lo que es el acoso.
Sobre este punto en específico, señaló que en las acciones y estrategias que se lideren en este tema, siempre se deben consideran cuatro aspectos fundamentales sobre el acoso: “Es un acto que genera incomodidad, que genera un ambiente hostil y violencia, que está vinculado a lo sexual, y que no es necesario que sea reiterado para ser considera acoso”.
En lo que se refiere a los retos estructurales llamó la atención sobre la responsabilidad de las instituciones de educación superior en la transformación cultural y los cambios de paradigma sobre la manera en que las personas son educadas.
Finalmente, la presidenta del Consejo de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, manifestó que las universidades tienen todas las oportunidad y herramientas para propiciar esa transformación cultural, para establecer guías de acción y orientar a toda la comunidad.
“La violencia sexual es grave y compleja, todavía falta mucha comprensión y conocimiento sobre esta, pero no podemos abandonar los enfoques preventivos y formativos”.
Declaración por la integridad y el respeto
Una reflexión sobre las relaciones interpersonales en pro de una
comunidad segura, a partir de lazos de confianza
Entre sus cinco valores, EAFIT decidió priorizar el de la integridad, generando espacios constructivos para promover el respeto por el otro, y en el que ninguna persona de la comunidad universitaria sienta temor o exclusión por motivos asociados al género, a la orientación sexual, la raza, la ideología, las creencias religiosas o cualquier tipo de opción personal.
El Centro de integridad de EAFIT, liderado por Nathalia Franco Pérez, viene apoyando esta gestión desde hace casi una década, primero con el naciente programa Atreverse a Pensar y, de manera posterior —una vez constituida la unidad en 2016—, con una serie de iniciativas para abordar fenómenos como la ética, el fraude académico, la cultura ciudadana y, por supuesto, los temas de respeto y equidad de género.
“Hace dos años presentamos el Protocolo para la equidad de género y la sexualidad diversa y, de manera reciente, la Declaración por la integridad y el respeto. Contamos con un canal de denuncia y con el Comité de Inclusión y Diversidad. Insistimos en el poder de la educación para la transformación cultural, y en la pedagogía para seguir resaltando la importancia del respeto por el otro, más allá del miedo a la sanción”, explica la administrativa.
Y, para seguir propiciando ese ambiente de armonía y sana convivencia, el Centro de Integridad comparte una serie de recomendaciones para tener en cuenta en las relaciones entre compañeros de trabajo, o entre profesores y estudiantes. Como sostiene la misma Declaración:
Relaciones entre compañeros de trabajo
- Sobre las comunicaciones y contenidos en redes sociales: Si bien es importante construir una relación laboral cercana y abierta, también lo es ser muy conscientes de los límites y las implicaciones de cualquier actuación, aproximación y expresión con las cuales se pueda afectar la dignidad del subordinado o compañero de trabajo. Por ello, es prudente tener claro la pertinencia de lo que se comparte en redes sociales y, en general, en cualquier tipo de comunicación.
- Sobre las reuniones sociales: En una cultura como la nuestra puede ser frecuente compartir en algunos espacios sociales dentro y fuera de la Universidad, lo cual puede generar un clima laboral favorable. Sin embargo, es importante señalar que la presencia del licor y/o de sustancias psicoactivas podrían generar situaciones que se salgan de control y que pueden terminar afectando a otras personas. Con el fin de evitar desenlaces desafortunados, conviene que se evalúe muy bien el tipo de encuentros que se propician y las condiciones en que estos se desarrollan.
- Sobre las relaciones con estudiantes en semestre de práctica profesional dentro y fuera de la Universidad: Cuando un estudiante está en su semestre de práctica profesional se inicia una relación de aprendizaje, pero también subordinada, en el marco de una realidad laboral. Por ello, cobra relevancia tener presente que, en esa verticalidad, existen unas obligaciones a cargo del practicante y del jefe que siempre deben observarse en el marco del respeto.
Relación profesor-alumno
La Universidad confía en la integridad moral y ética de todos sus profesores. No obstante, es necesario continuar trabajando por el aseguramiento de entornos confiables con las siguientes recomendaciones:
- Dentro y fuera del aula se deben evitar los chistes sexuales, sexistas y discriminatorios, los comentarios que descalifican a las mujeres y a la población LGTBI, y las referencias sexuales innecesarias.
- La comunicación e interacción en redes sociales debe ser a través de los medios institucionales como el correo, Interactiva 2020 y Teams.
- Se debe ser consciente del espacio físico y personal del otro para evitar el exceso de confianza.
- En el ámbito profesional y personal, cuando se realizan encuentros y salidas por fuera la Institución se deben evitar las situaciones que puedan generar transgresiones.
Para conocer el resto de la declaración los eafitenses pueden entrar a
www.eafit.edu.co/integridadyrespeto