Espacios, cultura y bienestar
Un concierto que le da paso a la Semana Santa
La puesta en escena también contará con la soprano Sandra Lorena Caicedo Sánchez y la mezzosoprano Mónica Danilov Márquez.
• Stabat Mater de Pergolesi será el IV concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de EAFIT, una obra del periodo barroco que expone una descripción de los dolores de la madre de Cristo frente a su hijo crucificado.
• El encuentro será el próximo 23 de marzo, a las 7:30 p.m., en el Auditorio Fundadores y contará con la participación de Juan Pablo Valencia Heredia como director invitado.
La reflexión, el encuentro con los sonidos del alma, un momento para evocar una plegaria y recordar los dolores que sintió la madre de Cristo frente a su hijo ya en la cruz. Esa es la invitación que hará la Orquesta Sinfónica EAFIT a través de la familia de cuerdas conformada por violines, violas, cellos y contrabajos que le darán vida al
Stabat Mater de Giovanni Battista Pergolesi, obra protagonista del IV concierto de temporada, antesala de la Semana Mayor y que tendrá lugar este viernes 23 de marzo, en el Auditorio Fundadores, a las 7:30 p.m. La boletería tiene un costo de 35.000 y 50.000 pesos con descuento para eafitenses, adultos mayores y afiliados a Comfama.
“Tendremos la
Serenade Op. 44, del compositor Checo Antonín Dvorák, su única obra escrita para ensamble de vientos que nos brinda la posibilidad de disfrutar los sonidos de la gran mayoría de instrumentos de la familia de las maderas en cuatro movimientos”, describe Juan Pablo Valencia Heredia, el director invitado a esta velada.
Así mismo, los instrumentos que vienen de los metales -como trompetas, cornos, trombones y tubas- se podrán apreciar a través de la obra
La Cantata del VII Tono, del compositor Giovanni Gabrieli.
De acuerdo con Yimi Arley Giraldo Marín, coordinador administrativo de la Orquesta Sinfónica EAFIT, este año los músicos se inspiraron en esta obra religiosa con un texto en latín a la virgen María, que estará protagonizada por la soprano Sandra Lorena Caicedo Sánchez y la mezzosoprano Mónica Danilov Márquez. “Todos ellos cuentan con una gran capacidad desde su quehacer y nos sorprenderán con una cantata barroca en una sesión de cámara”, dice.
Músicos de gran recorrido
La exigencia técnica e interpretativa que requiere la presentación compromete a cada uno de los músicos para que, a través de su puesta en escena, los asistentes se conecten con la esencia de esta obra que es un poema de 20 estrofas y 60 versos.
Para lograrlo, el concierto contará con la dirección de Juan Pablo, violonchelista eafitense, quien ha dirigido, además de la Orquesta Sinfónica EAFIT, la Filarmónica Joven de Colombia (FJC), la Sinfónica Nacional del Ecuador, la Binacional Colombo-Francesa y la Sinfónica Nacional de Colombia donde fue uno de los encargados de darle vida a algunos de los compromisos de la visita del Papa Francisco al país en 2017, entre otras.
El director dice sentirse ilusionado por hacer parte de un espacio que siempre exige lo mejor de él. “Es volver a casa con la gratitud, la admiración, la inspiración y el respeto que siento por la Universidad en la que me formé musicalmente”, destaca.
Al eafitense lo acompañará Sandra Lorena, una maestra en canto de la Universidad de Antioquia y docente del Departamento de Música de la Institución, quien con su participación en diversos concursos y experiencia en diferentes roles de ópera concierto y zarzuela la hacen una de las sopranos más reconocidas del país.
A su vez, la bogotana Mónica Danilov, graduada en canto lírico del Manhattan School of Music de Nueva York, sellará este encuentro musical que cada año espera reunir a los ciudadanos alrededor de la música clásica en una semana que alude a la reflexión, a lo religioso, a lo sagrado.
“Los invitamos a que nos acompañen en la presentación de este repertorio barroco y antiguo que hace parte de la apuesta universal que durante todo el año les ofrecemos para que disfruten de los sonidos de nuestra Orquesta”, puntualiza Yimi.
| Stabat Mater fue compuesta en un monasterio franciscano de Pozzuoli en las últimas semanas de vida de Giovanni Battista Pergolesi, quien murió en 1736 a causa de una tuberculosis.
La obra, que fue compuesta para una confraternidad napolitana, está diseñada para soprano y alto solistas, violín I y II, viola y bajo continuo (violonchelo y órgano). Y, aunque es un texto interpretado por compositores de distintas épocas, alcanza su punto culminante con la versión que aporta Pergolesi en esa primera mitad del siglo XVIII, momento desde el que su éxito se extendió por toda Europa y su manuscrito fue copiado, adaptado e interpretado por otros músicos.
|