Perfil 

Las memorias de la Carretera al Mar están en las letras
de Juan Felipe

Su obra fue elegida entre otras 18 propuestas que se presentaron en el país en la misma categoría.

• Con un ensayo de 35 páginas que narra cómo se desarrolló la carretera que dirige al Urabá antioqueño, Juan Felipe Restrepo David, editor de la Editorial EAFIT, obtuvo el Premio Memoria 2017. 

• El reconocimiento, en modalidad de texto literario, fue entregado por la Universidad de Antioquia en octubre pasado. En su trabajo se destaca su rigoroso proceso de investigación con datos históricos y memorias personales.

“Cuando el bus llegaba a La Llorona había que bajarse: el conductor prefería pasar ese pequeño trayecto solo. Y antes, con algún padrenuestro susurrado, o acompañado de nuestro coro, encendía una vela en el rústico santuario que durante años se había dispuesto para pedir la protección de la Virgen. Ese mismo santuario en el que se dejaban los faroles viejos o velones por los muchos buses, camiones y carros, que con sus conductores o pasajeros a bordo, habían rodado por ese abismo…” 

Así comienza a describir Juan Felipe Restrepo David, editor de la Editorial EAFIT, esta zona ubicada entre los municipios de Mutatá y Dabeiba, un trayecto considerado como el terror de la Carretera al Mar, entre Medellín y Urabá, y que él de niño tuvo que cruzar en repetidas ocasiones. Sus historias, recuerdos y las anécdotas que recolectó de su familia, vecinos e integrantes de la comunidad las consignó en una obra que mereció el Premio Memoria 2017 en la modalidad de texto literario que entregó la Universidad de Antioquia en octubre pasado. 

Se trata de Urabá: la Carretera al Mar 1926-1956, un ensayo de 35 páginas y 7 apartados que narran la historia de esta vía desde la perspectiva de los empresarios medellinenses, de los abuelos que llegaban a esta zona a buscar un trabajo, de los nativos y otros protagonistas de estos recuerdos.  

Sin embargo, una de las más importantes y considerada por el jurado como la visión que completaba el cuadro y lo hacía gozar de cierta originalidad, fue la perspectiva de un niño que pasó sus primeros años en el municipio de Chigorodó entre ríos, montañas, el Golfo de Urabá y la cercanía a la Serranía de Abibe.  

“Mi familia llegó en los años 50 a habitar esas tierras y eso significó haber presenciado el desarrollo de la carretera. Me tocó la década de los 80, justo el momento en el que la violencia paramilitar y guerrillera comenzaba”, cuenta el eafitense. 

Así que cuando la Universidad de Antioquia presentó su convocatoria —que centraba su tema en las carreteras, los caminos y los viajes— Juan Felipe rescató las memorias que conservaba y le dio vida a este ensayo que mezcla registros de sus experiencias personales, investigaciones, historias y las combina con crónicas.

Las letras de un filósofo

Y es que no es raro que su propuesta haya sido tenida en cuenta entre otras 18 que se presentaron en el país y fuera premiada con grandes halagos por parte de los jurados, pues la experiencia de este egresado en Filosofía de la Universidad de Antioquia evoca grandes momentos que llenan sus letras de sentido. Algunas de esas actividades, como editar una revista literaria para niños o leerles cuentos a aquellos pequeños que estuvieron hospitalizados, dan cuenta del recorrido de Juan. 

Recuerda que a los 13 años llegó a Medellín a terminar el bachillerato y se quedó para continuar con su carrera profesional. Luego del pregrado, viajó a Brasil a cursar la maestría en Letras, en la Universidad de São Paulo y desde hace tres años hace parte del equipo eafiense. 

“Me gusta mucho y valoro que es un espacio donde realmente uno puede proponer y crear. Me encanta saber que estoy en una Institución que respeta los espacios al aire libre, que te brinda lugares para estar, para conversar, para leer y conectarse con el concepto de Universidad Parque”, destaca Juan. 

Como casi todo en su vida, el tema de su doctorado en Humanidades en EAFIT, en el que ahora es candidato, está relacionado con la literatura de viajes, una pasión que le gusta combinar con caminatas ecológicas y salidas a municipios cercanos en compañía de su familia, un espacio que para él nunca puede faltar.

Fanático de la movida teatral de la ciudad y del cine, también dedica parte de su tiempo a entregar algunos de sus conocimientos a los estudiantes en sus cátedras para la maestría en Hermenéutica Literaria y a llenar cada día sus diarios con aquellos temas que lo apasionan y que, tal vez más adelante, salgan a la luz para recibir más reconocimientos.