Actualidad eafitense
En EAFIT hay un panel que transforma la luz solar en energía
El equipo que instaló la estación solar en EAFIT asistió a ferias internacionales sobre energías renovables en los Estados Unidos, una en la ciudad de Boston y otra en San Francisco.
• Docentes de la Escuela de Ingeniería, en conjunto con las empresas Tecnologías Marte y Dynacad, desarrollaron una estación solar para cargar dispositivos y vehículos eléctricos.
• La estructura, que se ubica en la plazoleta del Edificio de Ingenierías y que se asemeja a la figura de un árbol, es un espacio de socialización y ofrece sombra a los transeúntes. Ver video.
Los que pasan por el Edificio de Ingenierías notaron que, desde hace poco, se encuentra allí un elemento que, a manera de árbol, mueve sus paneles de un lado para otro. Allí también se sientan personas a conversar, a mirar sus celulares o, simplemente, a observar a los que transitan por allí.
Se trata de la estación solar que se instaló y que cumple con las condiciones para extenderse a los ambientes de cualquier localidad. Su objetivo es convertir la luz solar en energía para cargar celulares, tabletas, computadores o vehículos eléctricos, pero con el plus de ser un módulo urbano que se adapte al espacio público.
La estación que se instaló en EAFIT está dotada con un sistema que permite que los paneles solares se desplacen durante las horas del día para aprovechar el máximo posible la luz del sol. En la mañana mira hacia el este, al mediodía está completamente plano, a las 2:00 p.m. comienza a girar hacia el oeste y a las 6:00 p.m. regresa al este.
Otra de las funciones que está cumpliendo la estación es hacer más cercana a la comunidad este tipo de energías alternativas. Esa es la percepción de Alberto Rodríguez García, decano de la Escuela de Ingeniería, quien dice que este tipo de desarrollos son cada vez más comunes en el mundo y que parte de la intención es que haya más familiaridad con estas en el campus universitario.
Para cumplir con esa tarea de socialización, en la estación se han cargado varias veces bicicletas eléctricas que pertenecen a grupos de investigación, áreas o personal de la Institución, vehículos que cada vez son más comunes y traen la necesidad de tomas de energía.
El grupo de desarrollo de la estación participan los ingenieros mecánicos Alejandro Velásquez López, docente del Departamento de Ingeniería de Diseño de Producto; José Ignacio Marulanda Bernal, profesor del Departamento de Ciencias Físicas; Mauricio Betancur Muñoz, gerente de Tecnologías Marte; y Mario Betancur Rodríguez, gerente de Dynacad.
Según Jhonatan Aguilar, estudiante del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto y monitor en el proyecto, parte de lo que están haciendo es derribar mitos y mostrar a la gente que la energía solar cumple las mismas funciones de la que se usa en cualquier casa, en el contexto local de 110 voltios.
La idea
En 2013 surgió la idea, según cuenta Alejandro Velásquez López, uno de los fundadores y responsable de la iniciativa, de lanzar al espacio un picosatélite, que es un satélite de dimensiones pequeñas que cumple tareas básicas de medición o, incluso, tomar fotografías desde su órbita.
Esos picosatélites suelen ser construidos por universidades y deben cumplir con reglas para su elaboración. Evaluando esas condiciones, el grupo de eafitenses notó, por ejemplo, que la parte de la energía solar cargaba mucho financieramente gran parte del proyecto y decidió enfocarse a estudiar sobre esa área.
La intención del picosatélite está pausada, pero aprovecharon el conocimiento de energías renovables para presentarse a la convocatoria InLab2Market de Ruta N con el proyecto Helios, propuesto por el Grupo de Investigación en Diseño, el Grupo de Óptica Aplicada y dos spin off asociadas, llamadas Tecnologías Marte y Dynacad.
Helios se presentó con tres alcances: colectores solares, tracking solar y fachadas solares. La torre solar, que está instalada cerca del Edificio de Ingenierías, corresponde al ítem de las fachadas y, por su forma, atrae la curiosidad de la comunidad universitaria y los visitantes.
Algunos lo llaman tótem, pero Alejandro Velásquez relaciona más su figura con la de un árbol porque, además de ofrecer sombra a los transeúntes, su función es, lo explica el ingeniero de manera sencilla, la de hacer una fotosíntesis al transformar la luz solar en energía.