• Hasta el 30 de junio, la Sala de Patrimonio Documental del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas exhibe, en el segundo piso, la colección de partituras del maestro Pablo Arévalo.
• La exhibición incluye más de 100 partituras de este destacado pianista colombiano del siglo XX, quien falleció en abril. Un tesoro musical e histórico que se encuentra en la Universidad.
El piano y las partituras insignes de Pablo Arévalo aún resuenan en el campus de EAFIT. Y es que la muerte del maestro, en abril de este año, no puede dejarse en el olvido, ni ocultarse su trayectoria en el ámbito de la música colombiana.
Por esta razón, la Sala de Patrimonio Documental, del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, rinde un homenaje póstumo al músico bogotano Pablo Arévalo, con una exhibición de algunas piezas de la colección de partituras que le pertenecieron y que la Universidad adquirió en 2009.
La carrera de este pianista fue de gran significado para el medio musical colombiano por su trabajo como músico y profesor. Transcripciones para piano de Ferruccio Busoni, de la igualmente famosa obra para órgano de Bach, así como de Jean-Philippe Rameau o de Paul Dukas, entre otras, hacen parte de las partituras que escribió el bogotano y que se exhiben en la Biblioteca.
Además, la relación de Pablo Arévalo con la Universidad fue muy cercana. “En 2009, cuando la Biblioteca adquirió las más de 100 partituras de piano originales del maestro, estas se convirtieron en un material invaluable de la colección de Música de la Sala”, expresa María Isabel Duarte Gandica, coordinadora de la Sala de Patrimonio Documental.
La formación del pianista incluye estudios en el Conservatorio de Música de la Universidad Nacional en Bogotá y, con posterioridad, el viaje de Arévalo a París a estudiar en la Escuela de Música de esta ciudad. “Allí escribió varias de las partituras que hoy se exhiben en el segundo piso de la Biblioteca”, señala María Isabel.
La invitación es para que la comunidad eafitense y el público en general aprecien la exhibición. La muestra estará abierta hasta el 30 de junio.
“Son joyas y muestras únicas que conserva la Sala de Patrimonio Documental, y que vale la pena apreciar de cerca”, concluye María Isabel.