• Los profesores de la Institución se encontraron el jueves 16 de enero, en el Auditorio Fundadores, para recibir un saludo de bienvenida y reflexionar sobre su papel como docentes.
• El acto lo presidió el rector Juan Luis Mejía y Gabriel Jaime Arango, director de Docencia. Ambos hicieron un llamado a la excelencia, entendida como aquella que logra transformar seres humanos.
De una lista de opciones se le preguntó a algunos alumnos: ¿Qué consideraban es fraude académico? La mayoría (97 por ciento) afirmó que suplantar a un compañero en una prueba era una falta grave. Luego, en su orden, y según los resultados del estudio, se ven afirmaciones como copiar las respuestas de un examen, copiar trabajos, bajarlos de internet, presentar un certificado médico falso como excusa, en fin… La lista es larga.
Se trata de la encuesta sobre fraude académico que realizó el programa Atreverse a Pensar en 2011 y 2013, y cuyos resultados fueron expuestos por el rector Juan Luis Mejía Arango en la bienvenida que se realizó a los profesores como un llamado a reflexionar, el 16 de enero, en el Auditorio Fundadores.
Los docentes se encontraron en este lugar, no solo para escuchar las expresiones de gratitud por su labor en la Institución y el deseo de que en este 2014 la Universidad avance, gracias a su gestión, por el camino de la excelencia académica, sino para conocer los resultados de esta encuesta, y de un estudio liderado por Naciones Unidas y realizado por Corpovisionarios y Atreverse a Pensar en 2013 sobre cultura universitaria, que se aplicó en cinco universidades del país.
Las conclusiones de ambos estudios fueron el insumo que dio pie a la reflexión sobre lo que significa la educación superior en una sociedad y el papel de los docentes como guías y actores determinantes de cambio. “La pregunta que hay que hacerse es si estamos conformes con lo que está sucediendo o somos agentes de transformación social”, dijo el Rector a los asistentes.
De igual forma, Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de docencia, aseguró que en la educación de alta calidad, el principal factor es la docencia, como aquella que genera un valor agregado de transformación en el estudiante. Así mismo invitó a los profesores a compaginar las agendas educativa, académica y cultural de la Universidad.
Respuestas para pensar
Algunas de las reflexiones partieron de las respuestas de los alumnos a preguntas que realizó Atreverse a Pensar como ¿cuáles comportamientos, relacionados con el fraude, ha tenido durante la vida académica?, ¿cuáles son las razones por las que no cometería fraude en el ámbito académico? y ¿qué calificación le daría a ciertas actitudes que se inclinan a cometer fraude?
Ante las respuestas, el Rector manifestó su preocupación, pero afirmó que el conocimiento de lo que están pensando los alumnos es un punto de partida fundamental para poder tener una adecuada labor pedagógica.
Según el estudio sobre cultura universitaria, a la Universidad le fue bien en términos de libertad para debatir y deliberar, facilidad para realizar trámites y existencia de espacios de participación para la toma de decisiones.
De otro lado, se analizaron situaciones como el cumplimiento de reglas, inseguridad en las ciudades, confianza en la gente, percepciones frente a la corrupción, entre otras.
¿A quién estamos formando?, ¿qué le estás permitiendo a los estudiantes? Estas fueron dos preguntas que lanzó el directivo y con las que invitó a los profesores no solo a luchar por la excelencia académica y por la calidad, sino por la construcción de una mejor sociedad.
Para finalizar recordó que si hay confianza de los alumnos en la Universidad y en los profesores (porcentaje muy alto en las encuestas) es un indicador de que se pueden hacer muchas cosas en el proceso de formación.
“El gran patrimonio de la Universidad es esa confianza de los alumnos en sus maestros y tenemos, por ende, un poder transformador. Consideremos que estamos aquí para cambiar comportamientos”, puntualizó el Rector.