• Dentro de poco un ratón de biblioteca llegará a esta dependencia de la Universidad para enseñar a los usuarios a hacer buen uso de los servicios y recursos de este lugar.
• Este personaje hace parte de la segunda fase de Involución, de la iniciativa Eafitenses Culturalmente Activos, que tuvo hasta hace poco a los homo sapiens-homo inprudens como protagonistas.
Desagradablus, Bulliciosus, Balanceus, Desordenatus, Glotosus, Agresivus, Correlonus y Dormilonus. Este grupo de primates, considerados como una especie involucionada, verá llegar al Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas a un nuevo personaje: un ratón de biblioteca.
Este ratón, también conocido como el pilo, el nerd o el intelectual, se caracteriza por su prudencia y porque suele usar gafas para sus momentos de estudio y concentración. Él enseñará a los usuarios de esta dependencia cómo, en este lugar, se puede compartir, aprender, estudiar, investigar y disfrutar de los servicios que allí se ofrecen.
El ya anunció su visita y espera permanecer durante un tiempo para contribuir con el proceso evolutivo de aquellas especies que, en algún momento, fueron denominadas como “homo imprudens”.
Este encuentro entre el ratón de biblioteca y los micos hace parte de la segunda fase de la campaña Eafitenses Culturalmente Activos, con la que el Centro Cultural promueve los derechos de sus usuarios, con el lema: “Nuestros servicios son tus derechos”.
“En el desarrollo de nuestra misión de apoyar la academia, la investigación y la proyección social de la Universidad, nos dimos cuenta de que teníamos algunas dificultades en relación con los usuarios de la Biblioteca que debíamos neutralizar para que no se nos volvieran, eventualmente, grandes problemas”, afirma Martha Senn Rodríguez, jefa del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
Esto tiene que ver con el comportamiento de algunos usuarios que no están alineados con la promesa de disfrutar de los servicios y de los derechos culturales de este lugar. Según Martha, la idea con esta iniciativa es la de enseñar aquellas actitudes que permiten el buen desarrollo de las actividades de la Biblioteca y el uso correcto de los recursos que hay allí.
De la involución a la evolución
En adelante, la comunidad universitaria podrá conocer las características que distinguen a esta nueva especie. Ya no se hablará duro por celular, correr por este recinto será cosa del pasado; y dormir, comer y mecerse en las sillas no será habitual.
Será el ratón de biblioteca el que llegará para mostrar aquellos comportamientos, consignados en el Manual de Servicios de este centro, documento que ya fue aprobado por el Consejo Superior de la Institución.
“Nos sentimos muy orgullosos de pertenecer a esta dependencia, que es transversal a toda la Universidad, porque es la unidad en la que trabajamos para mantener la vigencia de los derechos culturales de los usuarios”, asegura Martha Senn.
La jefa de este espacio agrega que se siente muy orgullosa, junto con todo su equipo de trabajo, de contribuir a que cada usuario tome conciencia de que es una persona titular de derechos culturales en un lugar en el que se le garantizan todos sus derechos, en función de su capacidad de autorregulación.