• La escritora, autora del libro Lo que no tiene nombre, es la invitada a una conversación con la periodista Ana María Cano, en desarrollo del programa El autor y su obra.
• Será este jueves 2 de mayo a las 6:30 p.m. en el Auditorio Fabricato (27-101). El evento lo organiza el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas con el auspicio del Grupo Santillana.
En la página 18 del libro se lee: “Daniel murió en Nueva York el sábado 14 de mayo de 2011, a la una y diez de la tarde. Acababa de cumplir veintiocho años y llevaba diez meses estudiando una maestría en la Universidad de Columbia”. De esta manera narra la escritora Piedad Bonnett lo que le sucedió a su hijo.
Del tema habla la escritora colombiana en su último libro, Lo que no tiene nombre, y sobre este texto girará la conversación, hoy jueves 2 de mayo a las 6:30 p.m., en el Auditorio Fabricato de EAFIT (27-101) en desarrollo del programa El autor y su obra, del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas. La entrada es sin costo.
La autora estará acompañada de la periodista Ana María Cano Posada, quien conversará con ella sobre la claridad de su relato, que es desprovisto de autolamentaciones y que, más bien, apela -desde la emotividad- al reconocimiento de que la muerte de su hijo es un acto que deja en evidencia dos de los problemas que la sociedad de hoy esconde: el suicidio y la enfermedad mental.
“La escritora asume el suicidio de Daniel para narrarlo sin ningún rodeo, pero, al mismo tiempo, con toda la contención de emociones que le permiten ser clara y conmovedora, lúcida y realista, a pesar del dolor”, dice Ana María.
El libro, agrega, es importante porque en este se evidencia la capacidad de la autora para afrontar ese hecho desde una postura directa, sin máscaras, sin hipocresías derivadas de la lástima, como, por ejemplo, cuando debe decir a algunas personas que se acercan a la familia para hablar del episodio como un accidente, que fue la voluntad de su hijo morir.
“La faceta intelectual de Piedad está puesta a prueba en esta obra porque, a pesar de ser una de las afectadas por el hecho, no quiere apadrinar esas coartadas sociales que pretenden que el suicidio no se pueda nombrar. Por eso, tener mujeres como ella es necesario”, afirma la periodista.
Es también la oportunidad para conocer a la escritora investigadora, que profundizó acerca de la esquizofrenia que padecía su hijo para entender por qué las equivocaciones psiquiátricas pudieron haber conducido al desenlace fatal, y a su familia, que la acompañó en la elaboración de del duelo.
Un libro testimonial
Lo que no tiene nombre, de la editorial Alfaguara, comienza con algunas frases citadas, entre las que está una de Peter Handke, que define el nombre que eligió para su relato: “Esta historia tiene que ver realmente con lo que no tiene nombre, con segundos de espanto para los que no hay lenguaje”.
Es así como el relato de esta mujer, a la que Ana María considera, de múltiples talentos, estará sobre los micrófonos de su propia autora, pero también de sus lectores. “No se verá dolor a partir de la conversación, porque lo que ella hizo fue asumirlo y llevarlo a las palabras, y esa es la única manera como este sentimiento tiene sentido y se vuelve útil, incluso, para la sociedad”, señala Ana María.
Este espacio cultural de El autor y su obra, en el que el eje es la conversación entre el escritor y sus lectores, es la primera vez que se realiza en alianza con un grupo editorial. Sin embargo, el objetivo del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de promover la lectura, lo comparte EAFIT con cerca de 23 editoriales nacionales e internacionales, gracias a las ediciones del Trueque Literario.
“Es la primera ocasión, en desarrollo de El autor y su obra, que se une esfuerzos con el Grupo Santillana para fomentar esta actividad en la comunidad universitaria y la ciudadanía en general”, comenta Martha Senn Rodríguez, jefa de esta dependencia de EAFIT.
Es así, como este libro testimonial se escuchará en la voz de su autora y, como lo dice Ana María, el diálogo será íntimo y con el respeto y delicadeza que la ella merece.
“Es muy grato tener a Piedad Bonnett, no solo por el aprecio que la Universidad le tiene, sino por la buena acogida que ha tenido en el público su obra y por eso queremos que el público interactúe con ella”, expresa Martha.