• Con este posgrado, que recibió el aval del Ministerio de Educación Nacional el 27 de diciembre de 2012, se espera poder aportar de manera significativa al desarrollo del país a través de su enfoque investigativo.
• El equipo de trabajo que presentó la propuesta lo conforman los integrantes del Departamento de Geología, que, desde el comienzo, ha contado con el apoyo de la Escuela de Ingeniería y de las directivas de EAFIT.
Especies que sobreviven; que se adaptan; que existen, en ocasiones, en condiciones extremas. Grupos humanos que habitan en lugares agrestes, que conversan con la naturaleza, la conocen, identifican sus cambios y prevén el futuro a partir de lo que esta les deja ver.
Es la Tierra, planeta que está en constante transformación, aquella que se hace notar, que se manifiesta, pero que siempre está dispuesta a dejarse explorar por quienes desde la academia intentan entenderla.
¿Quiénes son?, ¿qué estudian? Lo cierto es que estas personas están calificadas para descubrir y, quizá enseñar a otros, todo lo relacionado con las ciencias de la Tierra.
Y EAFIT, desde los años 80, forma profesionales en esta área, en la que ahora se da un paso hacia adelante con el nuevo doctorado en Ciencias de la Tierra, un programa aprobado el 27 de diciembre de 2012 por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), según lo consigna la Resolución número 17062.
Este posgrado, adscrito a la Escuela de Ingeniería, a través del Departamento de Geología, es la consecuencia de más de 30 años de trabajo, pues existe por un recorrido que tiene sus raíces en el pregrado y la maestría en Ciencias de la Tierra.
“La carrera nació en 1983. En 1996 inició la especialización y, en 1999, tuvo lugar la maestría en Ciencias de la Tierra. Por esto, ha sido un proceso de maduración, tanto de la Universidad como de la Escuela y sus docentes, quienes como equipo han procurado mayor cualificación, fortalecimiento de grupos de investigación, concreción de proyectos de cooperación, mejoras en infraestructura, entre otros”, comenta Óscar Geovany Bedoya Sanmiguel, jefe del Departamento de Geología.
Y es que, según Alberto Rodríguez García, decano de la Escuela de Ingeniería, desde el Plan Quinquenal de Desarrollo, que dio origen a la escuela, ya se expresaba el deseo de la Institución por tener una carrera en Ingeniería Energética, que luego se reemplazó por Geología.
“El doctorado en Ciencias de la Tierra es la respuesta a una aspiración para una formación de mayor orden y a un anhelo de que EAFIT sea lo que desea y lo que el Estado define: universidad de docencia con investigación”, comenta el directivo.
Y eso, a su vez, involucra muchos aspectos: profesores con estudios doctorales, un programa de maestría fortalecido, procesos de investigación fuertes, publicación de artículos, aportes de expertos nacionales e internacionales, infraestructura y laboratorios para el aprendizaje que den respuesta a esta apuesta institucional.
“Y eso lo tiene este programa, que tiene como objetivo generar conocimiento de relevancia para el desarrollo del país en este campo”, señala Geovany, quien añade que el nombre de este posgrado permite una mayor amplitud en los temas de investigación que se aborden.
Ciento por ciento investigación
Llegar con una pregunta. Plantear una hipótesis de entrada. De lo que se trata es, según el Decano, de preguntarse algo que aún no tiene respuesta. Así, para llegar a esta, se contará con un proceso académico estructurado y alineado con el proyecto específico que presente el candidato a doctor en el momento de su inserción al programa.
“Son seis semestres en los que, más que hablar de cohortes, se habla de proyectos de investigación, de un proceso previo en el que ya se han definido asuntos técnicos, financieros, de perfil del estudiante y del problema que se desea resolver”, explica el jefe del Departamento y añade que la idea es que el proceso cuente con el interés de la industria que permita que este estudio sea un insumo que mejore el nivel de vida de una población, de un sector o de un lugar geográfico.
Docentes cualificados, una infraestructura adecuada, laboratorios con una buena dotación, apoyo de pares externos, convenios de cooperación y pasantías en otras universidades nacionales o extranjeras serán las características de este nuevo programa.
¿Y el proceso? Como en cualquier programa de estudio, los alumnos tendrán materias comunes, pero su trabajo fuerte estará dado en su propuesta investigativa de la que deberá presentar una tesis doctoral y exámenes de seguimiento. También deben entregar un segundo proyecto que sirva al Departamento de Geología para desarrollar en el futuro.
“El doctorado estará en marcha cuando tengamos los primeros proyectos consolidados. Por ahora, estamos en la formulación de algunos. Tampoco hay un número definido de candidatos a doctor esperados, porque se trata más de apoyar iniciativas que tengan relevancia para la región y el país”, expresa Giovanny.
Así, este nuevo programa significará el desarrollo de una capacidad investigativa de alto nivel con el que se espera generar respuestas, soluciones y nuevo conocimiento.
“La trascendencia institucional es mucha porque es formar personas que darán origen a nuevo conocimiento en este campo tan amplio como son las ciencias de la Tierra y eso también nos hará más conocedores de lo nuestro” asegura el Decano.
De igual manera, es también un logro de toda la escuela que, según Giovanny, aportó y sembró durante muchos años las bases que hoy permiten la existencia de este doctorado. “Esto estaba en el Plan de Desarrollo de nosotros y de la Universidad. Es un sueño cumplido en el que todos intervinieron”, concluye.