• Con este cambio, sus administradores, asistentes y entrenadores integran, desde el 13 de abril de 2012, la familia eafitense. Un reconocimiento a su calidad humana y a su disposición al servicio.
• Este centro de acondicionamiento físico de la Institución antes operaba bajo la modalidad deoutsourcing administrativo. Sus servicios benefician a la comunidad universitaria y al público en general.
Muchos recuerdan la campaña de expectativa que anunciaba la llegada de un ser vital a EAFIT, en junio de 2010. En esta, Vivo aparecía como aquel elemento que le permitiría a la comunidad universitaria recargar las energías, desconectarse de la rutina y poner su corazón.
Ahora, después de dos años de funcionamiento, Vivo sostiene esta promesa. Y, desde inicios de 2012, lo hace como una unidad de negocios que administra de manera directa la Dirección Administrativa y Financiera (Diaf), función que, hasta el año pasado, se realizaba bajo la modalidad de outsourcing con la empresa Depormed.
Este cambio, que resultó de un análisis de todos los aspectos de este centro de acondicionamiento físico, quiere resaltar el nombre de Vivo en la comunidad universitaria y en los usuarios de sus servicios.
“La preocupación principal era que el nombre de Vivo no tenía el protagonismo que se quería, ya que este lugar se asociaba a designaciones como CAF (de Centro de Acondicionamiento Físico) que, sin dejar de serlo, son nominaciones genéricas para este tipo de sitios. Y la idea es que este espacio de la Institución tenga su propia identidad”, cuenta Adriana María Diosa Ortiz, coordinadora administrativa de Vivo.
Por eso, ahora los uniformes de sus 18 colaboradores tienen el logo de Vivo, además de otros elementos de la señalética y el aviso, que confirman que este ser vital sigue vigente.
Los servicios, a los que pueden acceder cerca de 230 usuarios de forma simultánea, están dirigidos a estudiantes; empleados y sus familias; egresados; jubilados y sus familias; y público en general. Así, se cuenta con zona húmeda, cardiovascular y de musculación; solárium; salones múltiple y de spinning, entre otros.
“También se cuenta con asistencia nutricional y con la atención del médico deportólogo, y las clases no cambian, mejor dicho, todo sigue igual”, asegura Adriana, que antes coordinaba la operación de Vivo como empleada de Depormed y ahora como eafitense.
Como Adriana, otras 17 personas que apoyaban las labores administrativas, de asistencia y de entrenamiento por outsourcing, realizan sus funciones, desde el 13 de abril de 2012, como empleados de EAFIT.
Esto, porque en el momento de la decisión una de las premisas que estuvieron presentes fue que las personas que trabajaban allí continuaran, ya que eran colaboradores que desde el montaje, apertura y funcionamiento habían hecho aportes valiosos y conocían toda la logística, los procesos y los protocolos necesarios para darle vida a Vivo.
“Cuando se tomó la decisión de que Depormed ya no sería el administrador, también fue claro que el equipo humano que prestaba los servicios a los usuarios de Vivo era el idóneo para seguir con la labor y esto nos puso a todos muy contentos, pues nos mostró que la Universidad valoró nuestro trabajo y nos dio la oportunidad”, comenta la coordinadora.
Y es que en un estudio realizado en este lugar a finales de 2011 y principios de 2012, por parte del Departamento de Mercadeo de la Escuela de Administración, se concluyó que el equipo de trabajo de Vivo se destacaba por su calidad humana, su profesionalismo y su actitud orientada al servicio, razones suficientes para darle la bienvenida a los nuevos eafitenses.
Ahora, con los retos que llegan, esta unidad de negocio opera bajo los mismos lineamientos administrativos de la Universidad. “Ha sido muy importante para nosotros tener beneficios como empleados porque este es un proyecto que se gestó con mucho amor y esta decisión nos anima a seguir entregando a los usuarios la misma calidad que siempre han encontrado”, expresa Adriana.