• La calidad del mercado accionario colombiano estuvo bajo la mirada de Diego Agudelo, un investigador que midió el impacto generado por el cambio de tecnología al sistema X-Stream.
• Este ingeniero, que recibió el reconocimiento de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) por su trabajo, encontró en la docencia y en la investigación su proyecto de vida.
X-Stream es el nombre de la plataforma tecnológica que la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) implementó, desde febrero de 2009, con el fin de mejorar el sistema transaccional del mercado de acciones.
Pero, ¿qué tanto había mejorado este nuevo software la dinámica del mundo bursátil en el país?, ¿cuál era la relación costo beneficio de este cambio?, ¿quiénes se estaban beneficiando con el mismo?
Estas y otras preguntas fueron contestadas en la investigación Los efectos de X-Stream en la calidad del mercado accionario colombiano, que lideró Diego Alonso Agudelo Rueda, docente de la Escuela de Economía y Finanzas, en conjunto con los estudiantes Ángelo Gutierrez y Nazly Múnera, quienes contaron con la colaboración de la BVC para desarrollarla.
Este estudio indicó que uno de los beneficios que trajo dicho sistema fue la reducción en los costos de transacción, es decir, en el margen oferta-demanda y en el impacto del precio; una menor volatilidad y; como consecuencia, una mayor cantidad de transacciones.
“Se lograron identificar cuáles eran los mecanismos de operación que se vieron alterados después del cambio. Nos apoyamos en las bases de datos de órdenes y transacciones de la BVC, seis meses antes y seis meses después de esta nueva implementación”, cuenta el investigador, quien añade que esta evidencia se constituye en un argumento a favor de la modernización de las plataformas transaccionales en los mercados accionarios emergentes.
El ahorro de las personas que, durante el periodo de la investigación, transaron en el mercado accionario fue sustancial. Este justificó la inversión de 17.000 millones de pesos que hizo la BVC para implementar la nueva plataforma.
“Seis meses después, el ahorro de los usuarios era de siete mil millones de pesos, lo que indica que en año y medio se equiparaba el costo beneficio”, explica Diego Alonso.
En el mes de abril, este trabajo fue presentado por el docente a funcionarios de la BVC, compañía que se mostró satisfecha con los resultados de este estudio, considerado el primero que se realiza de manera formal sobre el tema.
De ingeniero de proyectos a investigador
Este eafitense, que se graduó como ingeniero mecánico en la Institución, llegó hace 12 años a la docencia por recomendación de Gabriel Torres, uno de sus profesores del MBA.
Ahora, con un doctorado en Finanzas de la Universidad de Indiana, es profesor de tiempo completo del Departamento de Finanzas, y coordinador del grupo de investigación en Finanzas y Banca.
“En EAFIT he cumplido todo el ciclo. He sido estudiante de pregrado, de posgrado y, después de haber ejercido como ingeniero de proyectos de infraestructura por mucho tiempo, encontré en la docencia y en la investigación lo que vine a hacer a este mundo”, comenta.
El profesor califica su experiencia como muy positiva y afirma que le parece fascinante el mundo de las finanzas por el grado de importancia que tienen los mercados accionarios para el desarrollo de un país.
“Siempre me han gustado las matemáticas, me gusta usarlas como una forma de resolver problemas, y las finanzas son una aplicación de estas”, aduce.
Diego quiere, a través de sus investigaciones, convertirse en un referente para el tema de mercados financieros en Latinoamérica. Y está en un momento propicio para lograrlo pues, según él, en esta región del continente se está experimentando una década interesante en términos económicos, donde las perspectivas son buenas.
“Los investigadores siempre estamos buscando temas valiosos para indagar y, sin duda, hacerlo en el campo de las finanzas es una forma de aportar al desarrollo del país pues, en la medida en que Colombia cuente con una buena bolsa de valores, su economía se comportará mejor”, expresa.