• Algunos docentes que fueron representantes profesorales hablan de las transformaciones que alcanza la Universidad gracias a su gestión. También de lo que significa ser partícipes de los logros eafitenses.
• Algunos coinciden en que, desde este ejercicio de representación, no solo se pueden conocer a fondo temas estratégicos de la Institución, sino interactuar con pares y entidades que tienen relación con EAFIT.
Angela María Montoya Hernández, profesora del Departamento de Organización y Gerencia de la Escuela de Administración, fue representante profesoral desde el segundo semestre de 2010 hasta el primero de 2011.
En su participación en el Consejo Académico fue una de las líderes que hizo parte de la construcción de la propuesta del nuevo Estatuto Profesoral, experiencia que, más allá de aportarle aprendizajes como docente, le permitió interactuar con muchos de sus pares y tener una visión más amplia del mundo académico de la Institución.
“Estuve en esas primeras etapas en donde lo esencial fue socializar el Estatuto Profesoral, recoger las impresiones y recomendaciones de los profesores de la Escuela de Administración, compartir sus inquietudes con los otros representantes y elaborar, en conjunto con ellos, el documento preliminar que se entrega a las directivas”, cuenta.
Estar en esta posición le dio la oportunidad de conocer la Universidad de forma más vasta, de entender procesos académicos y de tener una mirada amplia donde todos los puntos de vista son válidos. “Hablamos con directivos, empleados administrativos y estudiantes para poder construir desde un punto de vista que abarcara todas las instancias”, dice.
Su percepción la comparte la representante actual Nataly Montoya Restrepo, abogada y profesora del Área de Derecho Público de la Escuela de Derecho, quien afirma que la labor de los representantes implica, no solo extender las capacidades docentes a este ejercicio, sino aprender nuevos valores y habilidades que, a su vez, se aplican en lo profesional.
“Ser representante requiere del uso de algunas capacidades que desarrollamos como docentes como la disciplina, el liderazgo, la efectividad en la comunicación, la responsabilidad, y a esto se le suma la sensibilidad que surge frente a los temas que son de interés común”, apunta.
Y es que durante ese año de representación se puede ver de cerca el impacto que tienen las decisiones institucionales sobre la comunidad, sobre el día a día y la proyección de EAFIT.
Así lo ve Sergio Alonso Castrillón Orrego, jefe del pregrado en Administración de Negocios y próximo a entregar su labor como representante ante el Comité de Investigaciones. Este docente asegura que asumir este compromiso le amplió la visión de lo que él consideraba un sistema de investigación.
“Pude acercarme a la complejidad del sistema, la estructura sobre la que se mueve, el alcance que tiene este asunto para la Universidad y resolví muchos porqués de la decisiones que, desde este estamento, se toman”, aduce.
El reto es para nuevos participantes
Al iniciar el segundo semestre de este año, nuevos profesores llegarán para recoger los frutos de los representantes salientes y continuar con las propuestas que están en marcha, además de emprender nuevos retos.
Esto será posible gracias a la iniciativa de docentes que, como los que ya pasaron por este proceso, asumirán el reto, tomarán acción y se lanzarán como candidatos a las elecciones 2012, que cierra inscripciones este 16 de marzo.
“Yo invito a los colegas a que consideren el estar en estas instancias de la Institución. Desde allí hay muchos espacios de participación y deliberación. Es parte de nuestra responsabilidad el ser copartícipes de las decisiones que asume la Universidad”, señala Sergio y añade que, en su concepto, es más interesante hacer aportes como representante, que tener un papel de observador.
Y la Universidad está abierta a escuchar propuestas, a abrir canales de interlocución entre los miembros de la comunidad y a ver nuevos líderes en el acto de posesión de mitad de año, que alzarán su mano como símbolo de compromiso y apoyo a sus representados.
“Necesitamos voces que contribuyan a enriquecer la discusión permanente entre los directivos y el cuerpo profesoral”, concluye Sergio.