Desde el primer titular hasta la última frase poderosa: palabras y acciones que nos han señalado el camino
Pie de foto: Si midiéramos la historia de EAFIT en sonidos encontraríamos que, en estos 65 años, han sido más de 2 mil millones de segundos de sonido continuo. ¿Qué frases para la posteridad han salido de ahí?
• Cada palabra pronunciada en estos 65 años de trayectoria institucional ha sido un eco que aún resuena en los pasillos, una nota más en la sinfonía que saberes y conocimientos que todos hemos tejido. Porque la historia de EAFIT no solo se escribe: se escucha, se siente y nos conecta.
• Hoy celebramos seis décadas y media evocando las voces que nos han guiado y los hitos que han materializado esas ideas expresadas a lo largo del tiempo. Este también es un homenaje a esas palabras que nos han guiado y nos siguen acompañado en el futuro que construimos juntos.
La historia de EAFIT está plagada de palabras y sonidos, de frases poderosas que se han pronunciado a lo largo de sus 65 años de historia y que, con seguridad, continúan reverberando por los diferentes rincones de este campus, susurrándonos anécdotas por los pasillos, envolviéndonos con recuerdos, y siendo testigos de los cambios y transformaciones que alguna vez auguraron.
Si midiéramos la historia de EAFIT en sonidos, por ejemplo, encontraríamos que, en estas seis décadas y media, han sido más de 2 mil millones de segundos de sonido continuo o 341.64 terabytes de sonidos. Es decir, no importa si llevamos en esta Institución toda una vida o si hacemos parte de esta desde hace poco, todos hacemos parte de una sinfonía infinita de conversaciones que resuenan y dejan ecos para la posteridad.
Por eso, en esta ocasión, para conmemorar seis décadas y media de vida institucional, quisimos hacerlo de una manera diferente y construir un hilo de tiempo a partir de las palabras y los hitos que nos han señalado el camino.
“Una Escuela para formar hombres de acción”
Entre los más de 30 medios locales y nacionales que hablaron de la creación de la Escuela de Administración y Finanzas (EAF), en 1960, ese fue el titular con el periódico
El Correo registró la noticia en su página central.
Y es que mientras el mundo entero vivía la bonanza y el crecimiento económico de la posguerra —con algunos países registrando tasas de crecimiento de hasta 12 puntos— los empresarios antioqueños identificaron que, para hacer parte del nuevo rumbo que tomaba la historia, era necesario superar una falencia que tenía la región: la formación académica en administración. Por eso el profesor Juan Carlos López, en su libro EAFIT 50 años, se refiere a la fundación de la Escuela de Administración y Finanzas (EAF) como un “acto de audacia” para el momento que se vivía.
Todo esto, además, de la mano de instituciones extranjeras como la Universidad de Syracuse (Estados Unidos), o la Fundación Whirlpool, lo que les permitió no solo leer la realidad local y regional, sino también alinearse con las dinámicas globales. De esta manera la EAF navegó con un solo programa de formación durante la mayor parte de la década, hasta que se enfrentó a un nuevo reto: la necesidad de ampliar sus campos de formación.
“Para transitar hacia el futuro posible no podemos seguir confiando en una sola área del conocimiento”. Ricardo Botero Mejía, rector de EAFIT (1971-1973)
Las palabras de Ricardo Botero, sexto rector de la Universidad, llegaron el mismo año en el que la Institución pasaba de ser una escuela para convertirse, de manera oficial, en una Universidad, abarcando otros campos del saber como las ingenierías de Sistemas, Civil, Procesos y Producción; además de Geología.
A comienzos de los setenta, ya se evidenciaban las primeras señales de crisis de la industrialización, especialmente en el sector textil para el caso antioqueño. Ese es el contexto donde la Institución continúa su camino de adaptación para responder a las demandas del entorno.
¿Cómo?, abrazando nuevos campos del saber; creando sus primeros programas de posgrado en Finanzas y Mercadeo; y migrando sus tecnologías a nuevos pregrados en Ingeniería. Así nace Ingeniería de Sistemas en 1976, primer paso para consolidar, años más tarde, la Escuela de Ingeniería con cuatro programas más: Civil, Procesos, Producción y Geología; y se fortalece la internacionalización gracias a los vínculos con Alemania para la puesta en marcha de algunos de estos programas.
“Nuestra apuesta más seria debe ser por el internet y las nuevas tecnologías”. Luis Guillermo Sanín, rector de EAFIT (1983-1995)
Cuando el profesor Juan Carlos López Díez se fue a estudiar inglés a Delaware (Estados Unidos), en los noventa, fue uno de los primeros profesores en comunicarse con la Universidad a través del correo electrónico. Esa anécdota ilustra los esfuerzos que adelantó EAFIT, en conjunto con otras instituciones de Bogotá, Barranquilla y Cali, para permitir la llegada del internet a Colombia.
Pero antes de eso, con el nacimiento del Centro de Laboratorios, en 1981, sentaría las bases para la investigación experimental; y frente a la apertura económica de comienzos de los noventa, que indicaba que la apuesta de saberes debía encaminarse hacia ese campo del conocimiento, la Universidad respondió con los pregrados en Negocios Internacionales (1993) y Economía (1995).
“¡Qué las humanidades se tomen este campus y EAFIT se convierta en un referente cultural!”. Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, rector de EAFIT (1996-2003)
Los ochenta y noventa fueron una época marcada por la violencia del narcotráfico, por lo que no fue raro que en la segunda mitad de la década la Universidad centrara su mirada en el ser humano, con el nacimiento de la Escuela de Ciencias y Humanidades, el pregrado en Música, la Orquesta Sinfónica, las primeras publicaciones de la Editorial EAFIT o el edificio de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas y su Centro de Artes.
En palabras de Juan Felipe Mejía, rector de entonces, ese era el momento idóneo para que las conversaciones volvieran a centrarse en el ser humano, en la pregunta por el otro, en el arte y en la cultura. De esta manera la década del noventa se consolidó como ese momento en el que la Universidad alcanzó su verdadera “universalidad de saberes”.
“Los mejores días de EAFIT están por venir”. Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT (2004-2020)
La Universidad entró al nuevo milenio transitando por una nueva etapa: la de docencia con investigación. Y también conectada con el mundo a través de la tecnología, propiciando encuentros con la cultura, centrando su reflexión en el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente con su campus parque, y comprometida con los altos estándares de calidad y excelencia a través de las Acreditaciones Institucionales.
Son muchos avances y logros los que se consiguieron en esta década, pero entre estos se destacan las primeras patentes, la creación de la Escuela de Ciencias, que propiciaría la llegada de otros programas como Biología e Ingeniería Agronómica, la expansión del campus y la consolidación del concepto de Universidad Parque, la creación de la Universidad de los Niños, y la transición hacia transformaciones pedagógicas apoyadas en las herramientas digitales y las tecnologías de la información y la comunicación gracias a Proyecto 50, entre otros.