Con un sistema totalmente renovado la Biblioteca de EAFIT nos invita a navegar por su catálogo de libros, recursos y conocimiento
La transformación de este ecosistema se materializa en tres grandes sistemas: Folio, Faro y el Descubridor. En esta nota te contamos en qué consiste cada uno.
• Después de varias décadas utilizando el sistema Sinbad (desde mediados de los noventa), la Biblioteca Luis Echavarría Villegas implementó desde este año un nuevo ecosistema digital con herramientas modernas y eficientes para la gestión de sus recursos físicos y electrónicos, y más intuitivas y amigables para los usuarios y visitantes.
• Esta transformación le permitirá trabajar en red con otras bibliotecas del mundo, mejorar la experiencia de los usuarios y facilitar el acceso a información académica verificada, apoyando no solo la transformación digital de la Universidad, sino también siendo coherente con la recomendación de la Unesco de que la ciencia debe ser abierta.
Según
Las mil y una noches, el marinero Sinbad dejó su natal Bagdad y realizó siete viajes por los lugares más remotos de los mares del sur de Asia e India. Pero eso no se compara a los más de 590 que Janix García Rodríguez ha podido hacer en los últimos años. La única diferencia es que Sinbad lo hizo en su barco y, ella, través de la palabra escrita y los libros que ha prestado en la Biblioteca Luis Echavarría Villegas.
Pero aquí viene lo interesante y la razón de esta comparación entre el personaje de ficción y esta eafitense. Janix hizo cada uno de estos préstamos a través de Sinbad, un aplicativo que, desde mediados de la década de los noventa, y hasta diciembre de 2024, apoyó la gestión de la Biblioteca.
Una herramienta que, además, conocía muy bien, pues justo con el préstamo frecuente de
El Universo y yo, de Albert Plá Sánchez, como auxiliar de servicio de la Biblioteca también es la encargada de ayudar a cientos de estudiantes, profesores, colaboradores y visitantes en sus búsquedas académicas y literarias.
“Sinbad fue un sistema muy bueno, un desarrollo propio de la Universidad que nos brindó un gran soporte, pero de cierta manera sentíamos que había cumplido su ciclo. Por ejemplo, un proceso de renovación había que hacerlo completamente manual, desde cero, registrando de nuevo el libro y generando reprocesos o algunos errores técnicos. Ahora contamos con un sistema más intuitivo, simple, rápido, amigable con los usuarios y que nos permite realizar una mejor gestión”.
Sí, la Biblioteca Luis Echavarría Villegas transformó, desde enero de este año, su ecosistema digital. Se trata, en palabras de Patricia Ospina Ospina, jefa de esta unidad, de un cambio que fue detonada por varias necesidades que habían identificado, tanto por parte de los usuarios, como entre los 34 colaboradores que apoyan las dinámicas administrativas de la dependencia.
Poder gestionar de una mejor manera los recursos bibliográficos impresos y digitales (el anterior no incluía las bases de datos); integrar la labor de los centros de información de Idiomas y de las sedes de Llanogrande y Pereira; mejorar la eficiencia en los procesos internos; y aprovechar los datos e indicadores para la toma de decisiones, fueron algunas de esas razones que fueron tenidas en cuenta para hacer esta transición.
“Teníamos un objetivo principal: proveer y facilitar los más de 466 mil recursos físicos, las 82 bases de datos (que contienen más de 795 mil títulos y millones de documentos) y el repositorio institucional propio con el conocimiento que genera la U (con más de 33 mil documentos). Y todo esto lo logramos con este nuevo ecosistema, que es más moderno, compatible con dispositivos móviles y que nos permite trabajar en red con otras bibliotecas del mundo. Hoy podemos importar, por ejemplo, registros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y, al mismo tiempo, proveer información a otros centros y bibliotecas”, explica Patricia Ospina.
Esta transformación, en palabras de Ricardo Mejía Gutiérrez, director de Investigación, se alinea con la transformación digital de la misma Universidad, y destaca la importancia que tienen este tipo de centros en los procesos de aprendizaje e investigación.
“Hace mucho que las bibliotecas dejaron de ser solo lugares con libros en estanterías. Ahora ofrecen una gran combinación de productos físicos y digitales que requieren maneras innovadoras de gestionarlos. Otro aspecto para destacar es que es una acción decidida por democratizar el conocimiento y permitir que las personas accedan a conocimiento verificable y certificado, a fuentes reales que puedan soportar cualquier tipo de desarrollo, especialmente en esta época actual en la que puede haber tanta desinformación”, agrega el director.
Una transformación en coherencia con la política internacional de Ciencia Abierta
En 2021, la Unesco presentó su política de Ciencia Abierta, que es un conjunto de principios y prácticas que propenden porque la investigación científica de todos los campos sea accesible, colaborativa e incluyente para todo el mundo, en beneficio de los científicos y de la misma sociedad. La transformación del ecosistema digital de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas, al permitir el trabajo en red responde a este concepto, respetando los principios de derechos de autor.
Conozcamos cuáles son los cambios de nuestra Biblioteca
La transformación de este ecosistema se materializa en tres grandes sistemas:
Folio: es el software de código abierto con el que, desde enero de 2025, se gestiona el acervo físico y electrónico de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas, e integra los otros centros de información de EAFIT Pereira y EAFIT Llanogrande, y los centros de recursos de Idiomas EAFIT. Es de uso interno por parte de los colaboradores de estas unidades pues está más enfocado en los temas de catalogaciones, préstamos, renovaciones, manejo de multas y análisis de datos.
Faro: es el nuevo catálogo para la búsqueda de material físico de la Biblioteca e incluye, además de los libros, otros elementos como cds, partituras, calculadoras científicas y hasta juegos. Es, además, el sistema de cara al usuario y, entre sus novedades, permite que los eafitenses tengan un espacio llamado “Mi biblioteca”, en el que con solo ingresar su usuario y clave institucionales podrán ver sus préstamos, reservas y multas.
El descubridor: Aunque en apariencia se ve un poco similar al que siempre hemos utilizado, la actualización del sistema permite que este espacio integre, en uno solo, tanto el catálogo físico de la Universidad, como todo el material electrónico, las bases de datos y el repositorio institucional. Este se encuentra alojado en el siguiente
enlace.
Un año de preparación, capacitación e implementación
Aunque todos los cambios traen incertidumbre, para esta actualización los empleados de la Biblioteca se prepararon con antelación. Así lo recuerda Janix García: “Tuvimos un año de capacitación y aprendimos a reconocer el sistema y sus funcionalidades. Hoy en día, entre los auxiliares, tenemos la costumbre de sentarnos y resolver las dudas que van surgiendo en el camino”.
Este proceso también implicó trabajar, de manera articulada, con la Dirección de Tecnologías de la Información, con EAFIT Llanogrande y EAFIT Pereira, y con Idiomas EAFIT. “Fue una transformación en la que nosotros aprendimos también mucho, cambiamos la forma de operar y redefinimos nuevos flujos de trabajo. Destaco la capacidad de adaptación, la apertura y la disposición de todo el grupo humano que sumo esfuerzos en este logro”, agrega, por su parte, Patricia Ospina.
Este jueves 6 de marzo, en una jornada académica de todo el día, y con la presencia de representantes de otras universidades, centros culturales e instituciones educativas, la Biblioteca Luis Echavarría presenta, ante la sociedad, esta renovación tecnológica.