La inversión en las mujeres está en saldos rojos, lo advierte la ONU
Según Naciones Unidas, solo un 5 % de la ayuda gubernamental mundial va destinada a acabar con la violencia de género y se invierte menos del 0,2 % en su prevención.
• En 2024 la invitación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Día Internacional de la Mujer es “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”, con el objetivo de llamar la atención sobre la falta de financiamiento en materia de género en el ámbito mundial.
• Existen distintas áreas clave que requieren acciones conjuntas e inversión por parte de diferentes actores de la sociedad, tales como la erradicación de la pobreza, el sistema de cuidados, el acceso a la educación y al mercado laboral, la prevención de violencias contra las mujeres, entre otras.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, suscita reflexiones alrededor del bienestar de las mujeres en todos los ámbitos. Para la ONU, el tema de conversación este año es “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”, un llamado para poder garantizar los derechos de ellas y asegurar un desarrollo más sostenible. Según esta organización, existe un alarmante déficit anual de 360.000 millones de dólares en medidas de equidad de género para 2030.
Diversas áreas clave requieren atención, como la reducción de la pobreza o el apoyo a las organizaciones feministas, menciona Naciones Unidas, por eso, invertir en las mujeres y sus servicios esenciales es fundamental para cerrar brechas. Así lo afirma Mónica Hernández Flórez, profesora de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de EAFIT, quien considera que este desafío tiene un gran valor para crear sociedades más inclusivas.
“Si uno observa los indicadores de jóvenes que no trabajan ni estudian, hay una brecha gigante entre mujeres y hombres. Esto tiene mucho que ver con las labores de cuidado que tienen las mujeres, que no son remuneradas y que les impiden participar en el mercado laboral. Es muy importante que se puedan hacer estas inversiones para darle a las mujeres la oportunidad de estudiar o de trabajar, a pesar de las tareas que tengan en el hogar, para así tener un apoyo”, afirma la profesora.
Asimismo, proporcionar incentivos económicos y de empleabilidad, implementar programas de empoderamiento para niñas y mujeres en diferentes sectores, y promover estrategias de prevención de violencias contra las mujeres son acciones que requieren financiamiento y participación de diferentes actores de la sociedad. Para Cristina Vélez Valencia, decana de la Escuela de Administración de EAFIT, la educación representa la inversión más “costo-eficiente” para fomentar condiciones equitativas, además, resalta que la participación tanto de entidades privadas como públicas es necesaria.
“En el mundo en este momento hay un retroceso en temas de inversión en inclusión, diversidad y equidad. Las restricciones que hay en algunos lugares en Estados Unidos y el discurso antigénero que ha cobrado fuerza han llevado a cuestionar la inversión por parte de actores privados y públicos. Invertir en este frente es generar mayor productividad y, en general, mayores ingresos”, afirma la decana. También añade que hay estimaciones que muestran que el costo de mantener brechas de género podría equivaler al producto interno bruto del mundo en dos años, por lo que hace un llamado a pensar en que “invertir en las mujeres es invertir en el futuro de la humanidad”.
- 46 % de los y las estudiantes de EAFIT becados en 2023 corresponde a mujeres.
- 2.999 mujeres se graduaron de pre y posgrado de EAFIT entre los años 2010 y 2023.
Acorde con el llamado que hace la ONU sobre invertir en las mujeres para acelerar el progreso, Isabel Gómez Yepes, directora de Desarrollo Institucional y Vínculos de EAFIT, reitera la importancia de invertir en la educación porque esa es la posibilidad de transformarlo todo. La Universidad, dice, “cuenta con becas dirigidas especialmente a las mujeres porque queremos promover, por ejemplo, el acceso de ellas a carreras del área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas ), entre estas las de MAS Global y las de la Fundación Concora que son solo para ellas, así como otras becas específicas de personas naturales que también están convencidas de la importancia de la participación de las mujeres en diferentes ámbitos para que puedan incidir en la transformación de la sociedad”.
Invertir en los sistemas de cuidado
De acuerdo con el informe Igualdad de género en Colombia, hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2023, las mujeres dedican en promedio 22 horas semanales más a tareas no remuneradas que los hombres, entre estas se encuentran labores domésticas y el cuidado de niños, parientes, ancianos y personas con discapacidad, un tiempo que podrían dedicar a estudio, trabajo o autocuidado.
Ante este panorama, invertir en sistemas integrales de cuidado es “una forma de redistribuir esas prácticas que ya hacen las mujeres de manera gratuita entre el estado y el mercado, para poder liberar su tiempo y que puedan alcanzar su autonomía”, afirma Luisa María García González, responsable de Diversidad, Equidad e Inclusión de Comfama, quien considera que estos sistemas encarnan “las 5 R de la economía del cuidado”: redistribuir, remunerar, reconocer, reducir y representar.
Para Luisa, estas iniciativas son apuestas institucionales en términos de políticas públicas, que se materializan de diversas formas. Un ejemplo relevante para el país es el llamado Manzanas del Cuidado en Bogotá, un mecanismo de gestión pública que centraliza en el territorio la oferta pública estatal en educación, empleo, tiempo de ocio, deporte, lavanderías comunitarias, entre otros, permitiendo que las mujeres puedan elegir diferentes actividades y redistribuir su tiempo mientras las personas a quienes cuidan son atendidas.
Financiar el cuidado de aquellas personas que lo necesiten con el Estado como corresponsable, y valiéndose de alianzas con empresas, son elementos en los que coincide Carolina Lopera Tobón, directora de Transversalización y Equidad de Género de la Gobernación de Antioquia. Según ella, a nivel local existen diferentes estrategias para reducir el tiempo que las mujeres dedican al cuidado, sin embargo, hace falta articulación.
“En la agenda pública está la necesidad de plantearnos los sistemas del cuidado, no como estrategias aisladas. Esto requiere pensarnos en procesos de gobernanza que articulen una oferta existente y que creen una nueva, además de la voluntad política, porque el Estado tiene que ser un actor protagónico en este ejercicio con las familias y también requiere realizar alianzas con las empresas, porque no pueden quedar al margen de esta discusión que las atraviesa”, expresa.