Por estos días, si pasamos por el primer piso del bloque 29, podremos ver cómo están desmontando, poco a poco, los letreros que nos indicaban que habíamos ingresado a Admisiones y Registro. Se trata de un proceso que se está realizando con el objetivo de que estos espacios sean coherentes con una decisión institucional de 2023: el cambio de nombre de la unidad, que
ahora se
llama Registro Académico.
La nueva denominación se da después de que, en el interior de la Dirección de Gestión Académica, se hicieran algunos movimientos. Una de estas trasformaciones fue la separación del área de Espacios de Aprendizaje, que pasó a depender directamente de la Dirección por ser un proceso transversal a muchas instancias de la Universidad, y el traslado de los temas de admisiones, que quedaron bajo el área de Atracción y Activación.
“De esta manera, una vez Atracción y Activación recibió las admisiones e inscripciones de los estudiantes nuevos, nosotros pasamos a liderar los procesos de registro y control. Sin embargo, eso no significa que no tendremos nada que ver entre sí o que no trabajaremos de la mano, al contrario, continuaremos apoyándonos mutuamente, pues estaremos acompañando los reingresos y los reintegros”, comenta Carlos Esteban Duque Bolívar, coordinador de Operaciones de Registro Académico.
Un total de 32 personas hacen parte, en la actualidad, de este equipo de trabajo, que está liderado por Maribel Bayer Mejía -quien también está como encargada de la Dirección de Gestión Académica- e integrado por las
coordinaciones de Operaciones y de Procesos Académicos.
La primera, la coordinación de
Operaciones, tiene a su cargo los asuntos de inscripción, admisión y matrícula de estudiantes antiguos, turnos para matrícula, matrículas de estudiantes nuevos de posgrado, pruebas Saber PRO, balance, intersemestrales, atención en taquillas, certificados, homologaciones, gestión de solicitudes en Onbase, notas, PQRS, bajas, cancelaciones, suspensiones, reajustes, comisión de casos ante el Consejo Académico y grados.
La segunda, la de Procesos Académicos, se encarga de la programación académica, las matrículas de estudiantes de pregrado, las reformas e implementación de nuevos programas, la creación de nuevas asignaturas, la modificación de pre y correquisitos, la gestión de cupos de asignaturas en matrículas, las pruebas diagnósticas, el registro de materias, el calendario académico y la modificación de planes académicos, entre otras.
“Sentimos que, después de los cambios en la Dirección de Gestión Académica, transformar nuestro nombre era un paso coherente con el rol que tenemos en la Universidad. Ahora estamos compartiendo esta noticia con los profesores y colaboradores, y socializando el cambio de nombre en todas las reuniones que tenemos con otras unidades. La idea es que este se instale en la comunidad”, puntualiza Carlos Esteban.