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25/11/2019

​Actualidad eafitense

Eafitenses ganaron con Puerto Candelaria en los Grammy Latinos


Para el ganador de los Grammy Latinos este premio reconoce la independencia de la música colombiana. Puerto Candelaria hace parte del sello discográfico Merlín Producciones. En la imagen, uno de los conciertos de la agrupación junto a la Orquesta Sinfónica EAFIT.

• El contrabajista Eduardo González Moreno, profesor del Departamento de Música; y Juancho Valencia, quien también pasó por las aulas de la Universidad, son dos de los fundadores de Puerto Candelaria, agrupación colombiana ganadora de este galardón en la categoría Cumbia-Vallenato.

• Este músico con formación académica en contrabajo clásico de la Universidad de Antioquia y que ofrece lecciones en el área de jazz de EAFIT destacó este reconocimiento de la academia musical como un premio a la diversidad musical colombiana y a la creación independiente del país. A continuación la entrevista con el profesor Eduardo González. 


Hace 20 años Eduardo González Moreno, profesor del área de contrabajo jazz del Departamento de Música de la Universidad, decidió junto al productor, arreglista y compositor Juancho Valencia, fundar Puerto Candelaria, la agrupación colombiana que en la más reciente edición de los premios Grammy Latinos ganó el galardón en la categoría Cumbia-Vallenato por el álbum Yo me llamo Cumbia.

Encargado de tocar el bajo y el contrabajo en Puerto Candelaria, Eduardo fue también instrumentista de la Orquesta Sinfónica EAFIT. Como uno de los creadores del mundo candelario con Juancho Valencia, quien estudió en EAFIT y aportó al diseño del énfasis de jazz en la Universidad. Su música ha representado la identidad colombiana y latinoamericana en distintos países del mundo. 

¿Cómo inicia la historia con Puerto Candelaria en EAFIT?

Puerto Candelaria está cumpliendo ya 20 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín y de los miembros fundadores todavía estamos en el grupo Juancho Valencia y yo. Juancho estaba en EAFIT y yo en la Universidad Antioquia. Estudiamos música y, en aquel entonces, en 2000, teníamos una inquietud muy grande con la música colombiana, principalmente. Estábamos con un deseo grande de aprender, conocer, reconocer y de explorar las músicas colombianas. Y paralelo a esto, estábamos tocando mucho jazz gracias a los festivales y la influencia de esta música. Empezamos a trabajar con esas dos inquietudes y, al mismo tiempo, planteándonos una nueva: ¿Qué significa para nosotros la música colombiana o ser colombiano?


¿Puerto Candelaria está rescatando la identidad de la música colombiana?

20 años después hemos descubierto que realmente la gran riqueza y respuesta que podemos dar es que Colombia es absolutamente diversa. Es imposible delimitarla en un solo ritmo o en un solo tambor o un solo género. Precisamente, nuestra riqueza radica en esa pluralidad de culturas que tenemos como país. A lo largo de los años, Puerto Candelaria ha venido trabajando la música colombiana y, específicamente, la cumbia. Como te decía, con la influencia del jazz y del rock. Nosotros decimos que hemos trabajado la cumbia siempre desde la periferia, porque obviamente no nacimos en esos pueblos originarios, somos de la ciudad y venimos con otras influencias. En esta ocasión quisimos ir al centro y hacer un trabajo discográfico con todo el rigor de lo que implica desde la orquestación, la producción y los arreglos, como se hizo una cumbia en los años 40 y 50. 

¿Qué influencias han tenido para sus producciones?

No hay que olvidar que Medellín es un epicentro de las grabaciones, de los estudios, de los sellos discográficos. Aquí se grabó mucho la música tropical, popular y de la cumbia que hoy en día todavía se escucha en todas las reuniones sociales colombianas. Es decir, música de Lucho Bermúdez, Pacho Galán, José Barros y todos los grandes maestros. Quisimos honrarlos con este tributo y hacer un disco realmente con todo el rigor. Grabamos con una big bang, somos 17 músicos junto con Puerto Candelaria. Lo que hicimos fue grabar con el rigor técnico, que implicó grabar con micrófonos de cinta, con una máquina como se grababa en la época. Quisimos hacer ese trabajo como un homenaje e ir realmente al centro de la cumbia.

¿Qué sensaciones tuvo al recibir el Grammy Latinos?

Nosotros siempre hemos presentado nuestros trabajos a los Grammy Latinos. Obviamente, antes de esta nominación, nuestra música siempre era muy inclasificable y terminábamos en unas categorías muy ajenas a lo que realmente queríamos hacer. Con este disco, por primera vez fuimos nominados a la categoría cumbia-vallenato, que es muy especial porque le rinde homenaje a la música colombiana. Los Grammy Latinos es el premio a la excelencia musical en todos los géneros musicales, que comprende desde México hasta Argentina, a toda la diversidad musical de América Latina.


¿Con el disco Yo me llamo cumbia hay un renacer de la cumbia para las nuevas generaciones?

La cumbia es conocida desde hace unas cuatro o cinco décadas en todo el mundo, por ese trabajo maravilloso de los grandes maestros que la crearon y la orquestaron. La cumbia está como identidad colombiana y latinoamericana. Es muy interesante ver cómo un ritmo creó una nueva onda en el sentir de la cadencia, es decir, los países siempre han visto a América Latina como un referente en la salsa, en la música afrocubana y afroantillana. Y, por otro lado, la música popular y la canción que está representada entre los cantautores brasileños y argentinos del Cono Sur. Precisamente, en toda la mitad de esos dos ritmos y dos mundos entró la cumbia, que es una forma muy especial de entender la música y bailarla. Esa cadencia de la cumbia se quedó definitivamente en el imaginario del universo.

¿Hay nuevos proyectos musicales para Puerto Candelaria?

Los Grammy Latinos no es un punto de llegada. De hecho, llevamos 20 años y nunca hemos necesitado uno para seguir creando música y llevarla por todo el mundo. Es un punto de partida para seguir creando y mandando este mensaje de esperanza y de paz frente a las personas que quieren hacer música. Viene un disco el 6 de diciembre, vamos al hacerlo en todas nuestras redes y plataformas. Es un disco decembrino, con un componente muy bonito que son unas canciones en francés, español e inglés. Este disco resume muy bien los últimos 10 años de Puerto Candelaria. No en vano acabamos de llegar de una gira de dos meses por Europa, visitando más de 15 países. Queremos hacer un recuento de estos últimos años.


¿Y qué los ha inspirado en este nuevo proceso musical?

Espontáneamente vamos buscando y explorando. Y eso ha sido, precisamente, la búsqueda y la filosofía de Puerto Candelaria, que es absolutamente versátil. Es decir, podemos hacer un concierto con la Sinfónica EAFIT con toda la rigurosidad de la música clásica y, al mismo tiempo, podemos tocar en Rock al Parque y codearnos con los grandes rockeros de Colombia y Latinoamérica. Ahora queremos recrear cómo sería el mundo cantinero, de despecho con todo el sabor y el buen gusto del mundo candelario.


¿Qué mensaje daría a los músicos colombianos luego de recibir este premio?

Somos una sociedad plural que ha creado su estética gracias a la diversidad. Somos el resultado de muchas migraciones internas, también recibimos por mucho tiempo músicos de Chocó y del Pacífico colombiano. Tenemos una historia con el rock, con el metal y el punk importantísima. Tenemos una tradición de música clásica con dos grandes escuelas en la Universidad de Antioquia y EAFIT, con orquestas filarmónicas y grupos de cámara. Tenemos un bagaje con una historia grandísima gracias a disqueras como Fuentes, Codiscos y Sonolux que tuvieron su apogeo en la época dorada de la industrialización antioqueña. Tenemos un catálogo gigante de músicas populares y tradicionales, entonces eso habla muy bien de nuestra riqueza. El futuro de la música es claro y depende de nosotros mismos que sigamos siendo diversos.
Última modificación realizada el 25/11/2019 11:31 por Aura Maria Giraldo Murcia