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10/12/2019

​Actualidad eafitense

La Universidad suma ya 52 patentes… Y va por más


La imagen corresponde al Dispositivo implantable de una articulación temporomandibular, desarrollo científico aplicado al campo médico que forma parte de los productos comercializados por Smartbone, un spin off líder en innovaciones biomédicas como prótesis e implantes craneales.

• La Institución recibió tres nuevos registros de invención en los últimos días. De un lado, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) otorgó reconocimiento al Sistema de dosificación y proceso de control del mismo, y al Reactor de lecho fluidizado con separación multifásica y unidad de reacción por fluidización con separación multifásica.

• Una tercera patente fue para el Dispositivo implantable de una articulación temporomandibular, desarrollado por científicos del grupo de investigación en Bioingeniería (GIB) de EAFIT Y CES. Con estos resultados, la Universidad cierra un año de avances significativos en este campo, con una producción de 1,18 patentes por grupo (la U suma 44 grupos).


Lo dijo el rector Juan Luis Mejía durante la entrega del Informe de Sostenibilidad de la Institución que se cumplió el pasado 3 de diciembre, en el momento en que se refirió a los buenos números que acompañan a la Universidad en el tema de patentes. “Esto es una curva de aprendizaje que ha tenido EAFIT. Hace siete u ocho años esto era un tema muy incipiente. Creo que la unidad en innovación está dando resultados con ese vínculo entre administración, innovación, los grupos de investigación y los investigadores. Somos la Universidad con mayor productividad por grupo de investigación”.

Y esas palabras toman mucha más fuerza con los resultados de los últimos días. Sí, la Universidad no solo superó el medio centenar de patentes, sino que pasó de largo y suma ya 52 de estos registros, lo que cierra un año de logros en este aspecto. Los números son contundentes y si se divide esa cifra (52) por el número de grupos de investigación, que son 44, se alcanza una producción de 1,18 patentes por grupo. Esto habla de la buena cualificación de la investigación en la Universidad.

Pero, ¿cuáles fueron los más recientes logros en este aspecto? Se trata de patentes de invención —otorgadas por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia (SIC)— en el área de la ingeniería, desarrollos tecnológicos susceptibles de ser aplicados en diversos sectores como la industria y la salud. Con estas, EAFIT llegó al registro de 52 protecciones comerciales a la propiedad intelectual.

Las dos primeras patentes que se dieron a conocer entre la comunidad eafitense, la semana anterior, corresponden a las invenciones Sistema de dosificación y proceso de control del mismo (resolución 66425) y Reactor de lecho fluidizado con separación multifásica y unidad de reacción por fluidización con separación multifásica (resolución 66321), títulos de los dispositivos creados por los investigadores Diego Andrés Acosta Maya y Carlos Alberto González Mejía, del grupo de investigación en Desarrollo y Diseño de Procesos (DDP), con el apoyo de la Dirección de Innovación de la Universidad.

La tercera patente corresponde al Dispositivo implantable de una articulación temporomandibular, título del invento con resolución 66394 y uno de los nuevos productos de la marca Smartbone, una spin off dedicada al diseño de dispositivos biomédicos e implantes cráneo-maxilofaciales hechos a la medida de los pacientes, con el uso de materiales biocompatibles y tecnología de impresión tridimensional.

Los creadores de este dispositivo son Santiago Alberto Correa Vélez y Juan Felipe Isaza Saldarriaga, expertos en ingeniería y profesores del Departamento de Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT; y Pablo Emilio Correa Salazar y José Serafín Domínguez Mejía, expertos en ciencias biomédicas y cirugía maxilofacial de la Universidad CES.

Aplicabilidad a la producción de diversas industrias

“El oro existe en forma combinada o libre. Hay oro que está metido dentro de la arena y deseamos capturarlo. Eso típicamente se hace a través de un proceso que se llama Merrill Crowe, donde se utilizan iones de cianuro para capturar el oro. Y lo que sale de ahí se llama solución enriquecida o preñada”, explica el profesor Diego Andrés Acosta, doctor en Ingeniería Química de la Universidad Oklahoma e inventor de estos dispositivos que se emplean para la extracción mineral.

Las dos invenciones desarrolladas son equipos independientes con sus propias particularidades dentro del estado del arte tecnológico, los que se complementan en su función. En el caso de emplearse para la extracción del oro, el reactor multifásico es el encargado de crear la solución enriquecida —sea de oro u otro líquido—, sustancia que pasa luego al dispositivo de dosificación, con el que se suministra otro mineral como el zinc para hacer la recuperación del metal precioso.

“No solo funciona para esto. Hay otras aplicaciones para tratamiento de aguas y para reactores de polimerización. Esto ahorra mucho en equipos porque es un proceso demasiado simple. Por ejemplo, para las arcillas absorbentes se puede usar perfectamente este dispositivo”, complementa el investigador del Departamento de Ingeniería de Procesos de EAFIT.

El desarrollo de estas patentes, inicialmente pensadas para simplificar el proceso de extracción metalúrgica con el diseño de tecnologías locales a bajo costo, comenzó en el año 2016 en la Universidad. Diego Acosta, coordinador del grupo de investigación DDP, se unió con el ingeniero químico Carlos González, en ese momento estudiante de la especialización en Diseño de Procesos Químicos y Biotecnológicos, para realizar este estudio científico.

En el caso del Reactor de lecho fluidizado con separación multifásica y unidad de reacción por fluidización con separación multifásica este cuenta con dos componentes fundamentales: un cuerpo con un sistema de distribución de flujo para efectuar la fluidización, y un clarificador. Este tiene una tubería que conecta una bomba de captación y captura de gases, por medio de un sistema Venturi, donde los gases pueden ser tomados de la atmósfera o provenientes de un sistema de acumulación.

Por ejemplo, si es un sistema de captura de dióxido de carbono (CO2) se utiliza un recipiente a presión y se recircula el gas hasta que sea absorbido por un catalizador sólido. Esta invención se puede emplear, principalmente, en empresas de tratamiento de aguas residuales, petroquímica y minería extractiva de oro.

Por su parte, el Sistema de dosificación y proceso de control del mismo dosifica las sustancias a fluidos líquidos. El proceso es intensificado y ahorra costos en equipos, mediante una estrategia de control sofisticada. Los principales beneficios son el bajo costo en la implementación de la tecnología y sus distintos sectores de comercialización. En particular, se usa para la extracción de oro por medio del proceso químico Merrill Crowe, pero también aplica para las industrias farmacéuticas, bebidas carbonatadas y de polímeros.

Invención en Bioingeniería

"El dispositivo es una prótesis total de la articulación temporomandibular. Es decir, de la mandíbula con el cráneo. Se utiliza en pacientes que han sufrido trauma, resección de tumores o que presentan degeneramiento de la articulación. La innovación consiste en un diseño que permite realizar movimientos de lateralidad de la mandíbula, lo que no tienen las prótesis utilizadas en la actualidad. Adicionalmente, permite el cambio de la superficie articular sin afectar el resto de la prótesis, constituyendo una ventaja importante sobre otros dispositivos", explica Pablo Emilio Correa, docente e investigador del CES, quien operó al primer paciente para uso de este dispositivo médico.

Para los científicos pertenecientes a este grupo de investigación, a través del estudio conjunto entre ambas universidades, se ha logrado avanzar en el desarrollo de nuevos productos y patentes que dan solución a problemas médicos, como este dispositivo que está basado en tecnología de punta al alcance de la ciencia local.

“Uno de los diferenciadores de nuestro desarrollo es que es hecho a la medida del paciente. Hay un concepto de diseño muy definido, o sea, el ajuste de las diferentes partes de la prótesis se basa en la anatomía que la obtenemos a partir del procesamiento de sus imágenes médicas, por ejemplo, una tomografía computarizada”, dice Juan Felipe Isaza, magíster en Ingeniería e investigador de GIB desde el año 2002.

Santiago Correa, coordinador de este grupo de investigación, destaca la trayectoria de los expertos en bioingeniería y el área de la salud que comenzaron varios de sus desarrollos tecnológicos hace más de 20 años con la creación de este equipo académico interdisciplinario.

“Simular el movimiento mandibular es desafiante. Entonces el reto era que este diseño pudiera reproducir los movimientos mandibulares de la manera más precisa posible. EAFIT y CES tienen una larga tradición de trabajo interdisciplinario. Tenemos múltiples patentes conjuntas y siempre ha habido una especia de sinergia entre los especialistas del área de la salud y los bioingenieros para lograr dispositivos como este. Es un trabajo de muchos años para poder concebir estos avances”, resalta el ingeniero.
Última modificación realizada el 10/12/2019 10:55 por Aura Maria Giraldo Murcia