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17/03/2015

​Perfil

La de Nicanor, una vida dedicada a Colombia

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El empresario asumió, en 2012, la presidencia del Consejo Superior y participó en algunas de las decisiones institucionales más importantes como la reciente creación de la Escuela de Ciencias.

• Nicanor Restrepo desarrolló la habilidad de comprender el mundo de los negocios, así como la sensibilidad y el compromiso con la sociedad. Este es un homenaje a un hombre que entregó su vida al progreso del país.

• Ocupó, entre otros cargos, la Gobernación de Antioquia, la presidencia del Grupo Sura y la presidencia del Consejo Superior de EAFIT. En todos estos campos se destacó por su sencillez, compromiso y vocación de servicio.

En sus últimos años de vida era muy difícil, para aquellos que lo conocían, encontrarse a Nicanor Restrepo Santamaría sin su habitual morral al hombro. Ese se había convertido en su sello distintivo desde que, en 2004, decidió entregar la presidencia del Grupo Sura e irse a perseguir el sueño de estudiar a París.
 
Quizás por esa razón, y porque parecía más un estudiante o un profesor que el presidente del Consejo Superior de EAFIT, fue que uno de los integrantes del Área de Seguridad de la Universidad no lo reconoció cuando intentó ingresar por la portería peatonal de Las Vegas. Nicanor tuvo, entonces, que hacer la fila, identificarse y registrarse antes de entrar.
 
Pero este episodio, lejos de molestarlo, se convirtió en una divertida anécdota que compartió más tarde con el rector Juan Luis Mejía Arango. Ese es un retrato del carácter afable, alegre, despreocupado y sencillo de este líder que, tras su partida a los 73 años de vida, deja un ejemplo de compromiso y trabajo incansable por el progreso y la construcción de país.
 
A comienzos de la década de los ochenta, Juan Luis Mejía se desempeñaba como director de la Biblioteca Pública Piloto. Fue entonces cuando recibió la invitación de Nicanor para crear una alianza cultural con la Universidad Nacional y Suramericana, que impactara culturalmente a esa zona de la ciudad.
 
El resultado fue Bazarte, una propuesta que reunió a todas las manifestaciones artísticas en un solo espacio y que, al mismo tiempo, se convirtió en la primera de las muchas iniciativas que liderarían juntos.
 
Un proyecto editorial con el que se rescataron más de 100 títulos sobre autores antioqueños, una propuesta para recuperar la memoria de los municipios de la región, el fortalecimiento de las bandas municipales de música, y el reconocimiento a la vida y obra de la artista Débora Arango fueron otras gestiones que adelantó desde la Gobernación, entre 1983 y 1984, y que reafirmaron su marcada preocupación por las cuestiones sociales, culturales, cívicas y políticas. 
 
Con esa visión del mundo asumió las riendas del Grupo Sura durante 20 años; fortaleció las empresas existentes; atrajo la inversión extranjera, y potenció su crecimiento local, nacional e internacional a través de las multilatinas. “Todo esto regido por su fuerte sentido de la ética y sus principios de buen gobierno”, apunta el Rector.
 
Nicanor Restrepo también fue integrante de las mesas de diálogo con las Farc durante la administración de Andrés Pastrana Arango, mediador entre el Gobierno y el M-19, e integrante de la comisión asesora de reinserción y consejero para la paz del presidente Juan Manuel Santos.
 
Y es que tanto la vocación empresarial como la sensibilidad social la llevaba en los genes: su tío abuelo había sido el expresidente Carlos E. Restrepo; Guillermo Restrepo Jaramillo, su padre, se había desempeñado como alcalde de Medellín; y Juan Gonzalo Restrepo Londoño, su primo hermano, fue ministro de Trabajo y uno de los fundadores de EAFIT.
 
Fue, justamente, con la Universidad con la que estableció un fuerte vínculo durante sus últimos años, incluso mientras adelantaba sus estudios de Sociología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Finalmente, en 2012, asumió la presidencia del Consejo Superior y participó en algunas de las más importantes decisiones institucionales como la consolidación del Departamento de Música y la reciente creación de la Escuela de Ciencias.
 
Ninguno de sus múltiples compromisos interfirió en su amor por la poesía o el campo, actividades que siempre disfrutó y combinó con su trayectoria profesional.
 

Empresario, político, académico y líder

Cuando Jorge Iván Rodríguez Castaño se casó, a los 26 años de edad, se mudó a una casa ubicada cerca de la Catedral Metropolitana de Medellín. Coincidió que, justamente, al frente de su vivienda vivía la familia Restrepo Jaramillo, reconocida en aquella época por su participación en la vida política, empresarial e industrial del país.
 
Por ese motivo, el integrante del Consejo Superior conoció a Nicanor Restrepo Santamaría cuando este apenas contaba con cerca de 10 años. Tres décadas después, el fundador de EAFIT se volvió a encontrar con el empresario, quien ya comenzaba a ser reconocido por su gestión en uno de los cargos directivos de Suramericana.
 
“Para cualquier persona es muy fácil hablar de Nicanor, porque tuvo participación en los principales campos de la sociedad; en lo político, lo industrial, lo cívico, lo cultural y en la educación, entre muchos otros. Su legado es invaluable”, expresa el fundador, quien fue, además, quien le entregó la presidencia del Consejo Superior de EAFIT.
 
Jorge Iván destaca la sencillez de su conversación, la precisión de sus palabras y la contundencia con la que lideraba las decisiones institucionales, valores con los que ayudó a intensificar la unión de la Universidad con la empresa y el Estado, disminuyó la distancia entre las instituciones públicas y privadas, y fomentó la importancia de la generación y transferencia de conocimiento.
 
Alejandro Echeverri Restrepo, jefe del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam), también enfatiza en su visión de convertir a EAFIT en una universidad más diversa y pluralista, sensible y en conexión con los principales problemas y realidades de la ciudad.
 
Por su parte, Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades, tuvo la oportunidad de trabajar con Nicanor a través de espacios de conversión entre academia, gobierno, empresa y organizaciones sociales, plataformas a las que siempre consideró como espacios de reflexión, debate y oportunidades.
 
Este directivo subraya cómo Nicanor, procedente de un hogar de industriales y formado en el mundo de los negocios, desarrolló la capacidad de proyectarse a otros temas y entender el mundo desde diferentes puntos de vista, convirtiéndose en ejemplo, no solo para los otros empresarios, sino para las generaciones posteriores.
 
“Hay grandes empresarios, hay grandes políticos y hay excelentes académicos que, desde sus respectivos campos, hacen aportes muy importantes, pero en el caso de Nicanor Restrepo, era un hombre que reunía lo mejor de esos tres campos”, puntualiza.
 
Así, las nuevas generaciones también tienen claro el legado de este antioqueño que, con sutileza, supo transmitírselos. “Él era una persona que, con solo conocerlo un momento, ya te dejaba una huella imborrable para toda tu vida. De él aprendimos los estudiantes que es posible combinar liderazgo, éxito y sencillez”, expresa Ana Cecilia Suárez Pérez, estudiante de Administración de Negocios e integrante del Consejo Académico de EAFIT.
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Última modificación realizada el 18/03/2015 10:26 por Bibiana Andrea Mona Giraldo